Que diferentes nuestras calles ahora
Ya no se escuchan las risas de los peques
jugando a las escondidas
Ya no se escucha el llanto
entrecortado
del niño al caer de su bicicleta.
Que diferentes nuestras calles ahora
Sin las promesas de amor y vida
que se daban en la avenida
ese par de enamorados.
¿Cuándo dejamos de tocar las puertas del vecino?
Si amábamos salir corriendo
entre risas y tropezones
casi que a empujones
Que diferentes nuestras calles ahora
Sin las reuniones entre amigos
donde más de alguno se quedaba dormido
y despertaba con garabatos
en sus mejillas.
Que diferentes nuestras calles ahora
Sin el crujir de los motores, casi que oxidados
de los buses y microbuses que nos daban el aventón.
Pasaba de todo dentro de ellos
desde las carcajadas que nos provocaban
con sus chistes los artistas, a cambio de unas monedas.
hasta sustos y espantos por los robos a mano armada.
¿y Cómo olvidar esos amores?
Que conocimos dentro de ellos
esos que jamás pudimos
volver a ver ni en sueños.
Que diferentes nuestras calles ahora
Sin aquellos tropeles que andaban
por las calles de mi pueblo
con sus ruidos ensordecedores
sus desfiles y disparates.
Y es que las luces en el cielo hacían
conmocionar los corazones
que por diferentes razones
las contemplaban desde su ventana.
Y es que las noches oscuras, ya no eran
oscuras.
Que diferentes nuestras calles ahora…
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