Prólogo

¿Por qué cuando mi vida parece que empieza a volver a su cauce siempre aparece algo que la vuelve a torcer? ¡Joder! ¿Es que el universo tiene algo contra mí? ¿nunca me puede ver feliz? …Y con esto me despierto cada mañana desde que recibí un mensaje de ella que cambió mi vida. Porque si, el universo sí que tenía algo contra mí.

Hace dos días me levanté a las diez de la mañana. Siempre buscaba el móvil para mandarle a mi novia un mensaje de buenos días, como cada mañana desde hace seis meses. Sí, llevo saliendo con Marta seis meses, los mejores seis meses de mi vida. La conocí una noche de fiesta por Granada, y desde ese día, mi vida solo mejoró. Empezamos poco a poco, pero por insistencia de ella, pronto nos volvimos exclusivas y nos hicimos novias. Con ella cada día ha sido como vivir en un sueño, uno del que nunca quiero despertar. Hace ya unas semanas que la noto rara, pero dice que no le pasa nada. Me duele verla rayada, pero si ella no habla conmigo nunca sabré qué le pasa. Aunque quise quitarme esto de la cabeza, porque ese día me levanté de muy buen humor: al día siguiente hacíamos medio año juntas.

Sin embargo, la vida parecía no querer darme el lujo de ser completamente feliz, porque esa mañana todo cambiaría. Al desbloquear el teléfono vi un mensaje de Marta en WhatsApp, y yo, como tonta, creí que era nuestro mensaje de buenos días, pero no, era algo muy distinto.

“Amor, llevo unas semanas rayada por una cosa y antes de que te enteres por otra persona, te lo quiero decir yo. He estado viéndome con otra persona durante dos semanas. Empezó como un reencuentro de amigas, pero sin quererlo empecé a sentir atracción por ella y un día nos liamos. Siento decirlo así, pero llevamos liándonos un poco más de una semana casi todos los días. De verdad que no quería que esto pasase, pero ha pasado y me siento mal por haberlo hecho. Quise parar, pero cuando la volví a ver para hablar volvió a ocurrir, y ha seguido pasando. Solo quiero que lo sepas por mí, y que te quiero. Lo siento mucho enserio, yo en ningún momento quise ponerte los cuernos y menos con ella, pero ha pasado y no te lo puedo seguir ocultando.

Te diría que no volverá a pasar, pero no puedo parar de quedar con ella para follar, y creo que ahora mismo no quiero parar tampoco. Has sido muy especial en mi vida, pero no quiero seguir haciéndote daño, no te lo mereces. Creo que deberíamos dejarlo aquí y empezar una nueva etapa solas. No sabía cómo decirte esto, y aunque sé que por mensaje no es la mejor manera, no podía quedar contigo para verte porque estamos lejos y tampoco me sentía capaz de decírtelo en persona. Has sido muy importante y te estaré muy agradecida siempre, pero no puedo seguir haciéndote daño a ti ni obligándome a mí a dejar de hacer algo que me hace feliz. Espero que seas feliz en esta nueva etapa.

Muchos besos de azúcar, Marta”.