Sin buscar te encontré, Helio, primer elemento
que como el recuerdo de un sepelio
no salías de mi mente, aun así, ante mi amor
fuiste indiferente y tu fallo fue recurrente.
Decidí buscar un nuevo elemento para amar
hasta el 118 fui a parar, lo que un circo
mi mente volvió, así conocí a Oganesson
elemento práctico, bélico, esotérico, sintético.
Rápido me impresionó con su gran numero másico me
deslumbró, moldeado por un hombre que no fui yo.
Elemento tan mío, tan frio; contigo
lo único que consigo es ver como expió
este sentimiento impío. amarte es amarme.
solo quiero que la duda no confunda, esa maldita nervuda
que de mi alma exuda emociones voraces, falaces.
Maldito principio incertidumbre,
¿Por qué cuando encuentro el momento
no determino el lugar?
–Genio Maluco
OPINIONES Y COMENTARIOS