Podría suceder si lo deseas

Podría suceder si lo deseas

E.R. Guerrero

14/04/2025

Miro por la vieja ventana azul orientada al mar, detenida por el tiempo, para que no entre ni la lluvia ni el viento, opaca a la luz del día y de la noche, pero mis ojos desafiantes viajan con la mirada más allá de lo que pueden ver, para buscar la belleza de la luz y así, que suceda lo deseado.

Este desafío está motivado por un deseo febril, que es el deseo de poseer la belleza, hacerla mía, esa belleza que mehace ir más allá, desafiando los límites que me impediríanllegar a ella, este deseo siempre sucede porque nada medetiene, solo hay pasión.

Esta mañana me he levantado temprano, he tomado una taza de café bien cargado y me he vestido con ropa cómoda, para dar mi paseo matutino por la playa antes de ponerme a trabajar. Para llegar a la playa, bajo por un sendero pedregoso de poca dificultad, pero en el que activo todos mis sentidos para así evitar la ridícula caída,mil veces imaginada, de la que podría salir mal parada; pero, realmente, la experiencia vale la pena.

Cuando paseo junto al mar, las palabras revolotean en mi cabeza como la brisa de mar, arrastrándome a esa obra inconclusa que me causa tanta inquietud. Me gusta caminar descalza junto a la orilla de la palaya, bajo la sombra del gran acantilado rojizo que bordea la costa, dejando que la marea moje mis pies y borre las huellas de mi caminar en su vaivén lunar, me encanta el frescor delagua y su armonioso arrullo.

Cuando llego al final de la playa, me siento en uno de los peldaños de las escaleras que llevan al pueblo. Me encuentro plena, con el aire de mis pulmones renovado y dejo que el aire salino seque mis pies, para luego sacudir la arena de color azabache y ponerme las zapatillas. Subolas viejas escaleras de madera de balsa, pletórica y llena de nuevas ideas, ideas que bailan al compás de cada crujido de peldaño vetusto.

Antes de volver a casa, siempre paso por la coqueta tienda de Don Pablo, para comprar el pan, tomar un buen café y disfrutar de unas estupendas vistas. Luego, regreso a casa por un trayecto idílico, sin prisas, disfrutando de lo sensorial, de lo que me pueda ofrecer el paisaje duranteunos valiosos veinte minutos donde vuelven a fluir lasideas, para que cuando llegue a casa pueda trabajar en mi anhelada novela, plasmando las ideas que recojo del mar.

Todas las mañanas me embarco en esta agradable rutinaen busca de nuevas ideas y nuevas palabras, que enriquezcan no solo mi texto sino también mi alma. Me gusta sentarme en mi confortable silla de color berenjena y mi pequeña mesa de forma casi rectangular, colocadas junto a la vieja ventana azul de mi habitación, desde donde puedo sentir ese mar cerúleo que tanto me da. Es como si me meciera con el arrullo de un mar de cadencia hipnótica. Así puedo pasar toda la mañana y parte de la noche, atrapada en la pasión y la libertad que me dan la escritura y el mar.

Mi deseo es llegar a escribir una novela sin muchas pretensiones, pero aun así es una tarea tan ardua, que muchas veces mis pensamientos me traicionan, haciéndome creer en la imposibilidad del proyecto. Pienso que la cuestión está en cómo gestionamos estos pensamientos, debemos guiarlos hacia el deseo febril de lo que queremos, de forma que realmente creamos en nuestro proyecto y no desfallezcamos en el intento.

Sin embargo, hay otros deseos que son casi imposibles de alcanzar, son los deseos reprimidos, condicionados por todas aquellas vivencias que han modelado mi vida y mehan privado de esa libertad. De esta forma, escondo misdeseos inalcanzables en una cajita llena de esperanza en un pequeño rincón de mi mente, para luego olvidar, porque no solo guardo mis deseos, sino que también guardo el dolor y, al dejar la cajita en el olvido, dejo de sufrir, pero me pierdo a mí misma y me desvanezco.

Desde muy pequeñita perdí mis deseos y ya no podían suceder, me modelaron para satisfacer los deseos del otro,independientemente del daño que me pudieran hacer. Siempre he ido detrás de mis deseos, pero estos corrían más que yo, siempre inalcanzables. Ya de mayor casi que me di por vencida, pero una persona malvada despertó en mí la palabra libertad e hizo que todos mis deseos salieran de su pequeño escondite, junto con el dolor y la esperanza.El dolor me ha hecho enfermar, pero también se me ha abierto la puerta de la esperanza.

Tengo más que decir, mucho más, pero he desaparecido en el mar… liberándome de ese sufrimiento inefable ysucediendo lo deseado, la libertad.

Podría suceder si lo deseas…

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