Pigui El Mini Cerdito

Pigui El Mini Cerdito

Erikarj

03/11/2022



                                                      


Si de cuentos hermosos de cerditos se trata, les aseguro que este no será excepción.

Nuestra historia comienza en una ciudad muy lejana llamada Florentina, esta ciudad era muy llamativa para todos, ya que contaba con una cantidad inigualable de granjas, por mencionar algunas de ellas estaban, La Granja Los Alcatraces, La Granja Los Sapitos Croack, La Granja Trululu y La Granja Rumiante.

Pero había una en específico que llamaba más la atención en toda la ciudad y se trataba de La Granja Los Pollos Felices, esta se destacaba por ser una granja pluricultural ya que contaba con muchos animales de diferentes especies y también provenían de otros países, algo muy llamativo en ella aparte de ser muy hermosa con paisajes llenos de montañas, ríos y lagos, la granja contaba también con parques de recreación, donde todos tanto animalitos pequeños como grandes podían disfrutar momentos alegres y recreativos.

Pero había algo que no calzaba del todo bien con respecto a esta granja, ya que los animalitos que ahí habitaban Vivían el día a día, es decir sin importar que sucederá el mañana, no habían reglas y mucho menos valores, era un legítimo pleito de perros y gatos diario.

Por otra parte La familia de Pigui recientemente habían llegado al vecindario, ellos tomaron la decisión de mudarse desde otro país, ya que tenían conocidos muy allegados a ellos que no dejaban de hablar maravillas de esta granja de sus paisajes, los hermosos veranos e inviernos, los atardeceres magníficos y ese olor tan espectacular a flores silvestres que se podía percibir en la brisa suave de cada mañana, claro está no podemos dejar de lado sus comidas y tradiciones fue así como llegaron a esta sinigual granja.

Cabe destacar que la familia de Pigui su papá Don Nalo y su mamá Nora, provenían de una familia llena de valores y principios, no podría decirse que eran descendientes de la alta sociedad más si trataban cada día de ser mejores personas y dar la mejor herencia a Pigui predicando con el ejemplo, los días en la familia de Pigui comenzaban con un buenos días, por favor y gracias no podía faltar, el escuchar a los demás y sobre todo ser empáticos ya que como toda familia hay días buenos y malos pero con amor, paciencia y gratitud crecían cada día como personas y como familia, para don Nalo y Doña Nora esto era el mayor legado que podían dar a su único hijo Pigui.

Era el primer día de Pigui y como todo un cerdito curioso fue a investigar y ver que sucedía en los alrededores de su casa, para él lo que más le llamaba la atención es que cerca de su casa había un pequeño lago y un parque donde podían ir los animalitos del vecindario. Pigui se caracterizaba siempre por ser honesto y ayudar a quien lo necesitara sin esperar nada a cambio, pero algo iba a pasar ese día que cambiaría no solo la vida de Pigui y su familia sino también de todos los habitantes de La Granja Los Pollos Felices, y sin más ni menos dando unos saltitos de emoción Pigui salió de su casa.

  • Tu,ru,ru,ru,ru
  • Na, na,na,na
  • Yupi yupi yai

Vamos a ver qué pasa por ahí – dijo Pigui dirigiéndose al parque

Faltaban unos pocos metros para llegar al parque y Pigui podía escuchar los gritos de los animalitos en el parque, Pigui pensó que se divertían mucho y que ese era el ruido tan fuerte que percibía, pero conforme se iba acercando un poco más podía ver como los animalitos discutían y se elevaban la vos, al llegar Pigui al parque pudo ver como un tucán discutía con un mono.

Oye tu mono sin vergüenza dame mi pelota – dijo el tucán

Y por qué debería Yo regresarte la pelota, si la encontré primero – dijo el mono

Por otro lado, se escuchaba a un camaleón discutir con un conejo

Sí claro como no vas a ganar tu camaleón a las escondidas, si cada vez que jugamos haces trampa camuflándose entre las hojas, ramas y piedras – dijo el conejo jumm, Pues no es mi problema que tu no puedas hacerlo respondió el camaleón y para molestar aún más al conejo le saco la lengua.

Y no solo eran esos dos grupos de animalitos discutiendo y como para rematar la cereza del pastel los padres de los animalitos estaban que tiraban chispas por defender a sus hijos. Pigui no podía creer el grado de falta de respeto de todos en el parque, la verdad él tenía un pensamiento muy diferente al respecto de los habitantes de la granja, razón por la cual ellos habían decidido mudarse, pero bueno Cuando no podía empeorar más la situación se escuchó un fuerte estruendo.

Boooommmm

Plasssshhhhhh

  • Va Don zorro chocando contra un gran roble, donde desafortunadamente descansaba doña lechuza y aquello fue terrible

Auch, auch

Ayayaiiii

Pobre de miiii

Ayyyyyyyy

Mi alita gritaba doña lechuza

Claro como estaba dormida al momento de que el auto lo golpeara el árbol, ella cayó muy rápido y no logro abrir sus alitas, en ese momento el descontrol de todos en el parque fue aún más confuso, todos se volcaron contra Don zorro lo que ellos desconocían era que una abeja había entrado a su auto y lo había picado justo en el ojo derecho y esto hizo que perdiera el control del auto y chocó.

Pigui observaba todo este caos y lo que más le llamaba la atención es que nadie hacia nada solo buscaban el culpable y hacer más difícil la situación, entonces una gran idea llegó a su cabecita ya que había observado que en el parque había una campana así que corrió y corrió y tocó la campana con tantas fuerzas

– Tilín tilín tilín

– Tilín tilín tilín

– Tilín tilín tilín

Fue así como todo el parque quedó en absoluto silencio, entonces Pigui grito fuerte

  • Basta!

Deténganse por favor, queridos vecinos soy Pigui el mini cerdito soy nuevo aquí, qué les sucede a los vecinos porque tantos gritos, tanto odio y egoísmo, exclamó el cerdito.

Por allá respondió doña lechuza

¡Este zorro no tiene cuidado quien sabe que venía haciendo y chocó contra el árbol y ahora estoy con mi ala lastimada!

mire Doña lechuza le contestó don zorro, lo que sucedió es que una abeja picó mi ojo y por ello perdí el control de mi auto

no me diga!, aja don Zorro ahora busca excusas, Yo sé muy bien que usted lo hizo con intención al verme descansar tan a gusto en el árbol

y ni para qué decir, otra vez comenzaron las discusiones y los gritos, sin pensarlo Pigui hizo sonar fuerte la campana una vez más

– Tilín tilín tilín

– Tilín tilín tilín

– Tilín tilín tilín

¡Puedo hablar!

se escuchó el grito fuerte fue de Pigui, poco a poco fue acercándose a donde estaba don zorro y donde doña lechuza pasando por en medio de todos los que estaban en el parque, los cabritos, las gallinitas, el burrito, una gacela, el patito, la jirafa, las ardillas y el panda. Como antes habíamos dicho esta granja era muy conocida y entre las cosas que más llamaba la atención era que Viven muchas especies de animales. Bueno Pigui continúo caminando hasta llegar a donde estaban ellos dos

Me permiten decir unas palabras queridos vecinos– dijo Pigui

Pues anda cerdito habla – dijo don zorro

Tengo otra elección – Con un tono un poco sarcástico dijo doña lechuza

que irá a decir? – murmuraron los demás animalitos

queridos don zorro y doña lechuza por qué discuten tanto, o vecinos por qué tantos gritos y tantas quejas– dijo Pigui

me gustaría contarles que antes de tomar la decisión de venir a vivir a la Granja Los Pollos Felices a mis padres les hablaron maravillas de este lugar, sobre los paisajes y demás, claro que a mis padres les encantó la idea y más por el grandioso nombre el cual nos hizo aún más ilusión venir a vivir aquí, pero veo que omitieron una parte sobre el trato de los animales de la granja que a mi parecer deberían cambiarle el nombre a granja los pollos exigentes o incluso hasta la granja los pollos arrogantes que creo son palabras muy dolorosas de decir. Soy un cerdito el cual mis padres siempre me han enseñado buenos valores y puedo decir con toda sinceridad que en esta granja hacen falta, como es posible que no sientan empatía por los demás, ejemplo

Tu tucán pudiste hablar mejor al mono tan mal y así habrían jugado a la pelota juntos, o tu conejo por qué discutir con el camaleón, si solo tenían que cambiar de juego a uno que ambos disfrutaran – dijo Pigui

Y ustedes padres deberían de dar el ejemplo y no discutir y pelear, en mi casa mis papás me han enseñado la tolerancia, el respeto y es algo que ponemos en práctica día a día y esto se llaman valores. Y ustedes don zorro y doña lechuza debemos tener humildad para reconocer el haber actuado mal y este es un buen momento para reconocer que las cosas pasan, que los accidentes pueden ocurrir como el día de hoy, pero si somos tolerantes con los demás, nos respetamos y nos apoyamos podremos cambiar y hacer de un mal día un hermoso recuerdo para el futuro.

Desde ese día La Granja Los Pollos Felices si fue merecedor del nombre, todos los habitantes empezaron a ver el día a día diferente, lograron mejorar sus hábitos y poner en práctica buenos valores como la gratitud, tolerancia hacia los demás, amor, respeto, podríamos decir que no había días perfectos, pero de algo si estaban muy agradecidos los vecinos que ese mini cerdito había llegado aquel día a darles una gran lección de vida a todos los habitantes de La Granja Los pollos Felices.

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