Permíteme confesarme.

No sabía lo difícil que era el amor hasta que te conocí. Chico de intercambio, 17 años, cabello liso, estatura 1.73cm.

Al principios solo eras la persona idiota que se sentó junto a mí, el chico que molestaba a todos con su rudeza, el tonto que lastimaba a todos con la verdad simple y cruel pero, ¿era ese tu método para alejarte de todos? no podía entenderlo.

Poco después descubrí lo grandiosa que era tu voz al cantar, me gustaba escabullirme al salón de música y espiarte cuando parecías estar concentrado, me gane infinitos regaños por parte de mi profesora de baile.

Un día en el cual no me dejaron salir, apareciste frente a todos en la clase de baile, eras el nuevo integrante. Cantabas y bailabas genial, con voz que erizaba la piel y un espléndido baile inspirador, vaya sí que me molestaba que me dejaras atrás en todo.

Cuando te enfermaste, les rogué a los profesores y al director que me dieran la dirección de tu casa, no tuve éxito alguno pero una chica que dijo saber dónde vivías me llevo con ella hasta tu casa, estaba muy agradecida de la gente buena del mundo. Ese día te veías muy débil por lo que sin pensarlo te ayude con algunas cosas, accidentalmente nos hicimos cercanos en cuatro horas y fue de ese modo como te vi sonreír.

Luego de dos meses nos conocían como los mejores amigos, no se hablaba de ninguna otra cosa, solo de lo muy inseparables que éramos pero como todo tema tonto, fue olvidado luego de ser superado.

En un año de amistad me empecé a sentirme atraída hacia ti y sin meditar corrí a tu casa para declararme pero no estabas, eso hizo que lo meditara por los siguientes dos días que no te vi, cuando apareciste tu sonrisa se había ido, no lo entendía, no sabía nada, entonces me di cuenta que no sabía todo de ti, que no te conocía del todo bien y que nuestra confianza tenía una línea limite que no se podía cruzar.

Seguiste en ese estado durante los siguientes dos meses cuando desapareciste nuevamente, nuestro director anunció que habías partido a Indonesia. Me alegro que fuese por una oportunidad única en la vida pero entonces ¿por qué el motivo de tu seriedad y del hecho de que me evitaras?

Te extrañe porque a pesar de todo siempre fuiste tú mi único y primer amor, aunque no lo supieras. Estamos conectados lo sé o eso es lo que quiero creer, es difícil solo poderte ver a través de la pantalla de mi computador. Estoy consciente de la cantidad de agua que nos separa porque de Puerto la Cruz a Yakarta hay una gran distancia, pero sigo teniendo esperanzas. Hare que me conozcas nuevamente, porque no importa la distancia, el agua o los kilómetros que tenga que recorrer. Yo llegare a ti.