PERFIL LE3CORTE

No sería sorpresa para muchos encontrarlo por ahí en el mercado de la ciudad de Bogotá,
comprando algunas frutas y cosas para llevar a casa, saludando amigos que se encuentra
mientras busca que comprar, y sin duda alguna andando por ahí con su terquedad.

Hace 76 años en un pueblo muy cercano a la capital del Magdalena; Ciénaga, nació un
hombre con muchas virtudes e historias por contar. Una tarde del 15 de julio, en el hospital
San Cristóbal de Ciénaga nace el 1er hijo de Monche y Raquel.

En mi niñez hice toda mi primaria básica en mi pueblo, allí viví con mis padres y seis
hermanos de los catorce que tengo. A los catorce años me quise ir y viajar hacia Cartagena
para lograr terminar mi bachillerato, fueron largas noches en vela, a veces hasta para ir a la
escuela solo contaba con los pasajes para el bus y cuando salía le decía siempre a doña
Rosita;

– ¿Tiene el pan dulce que tanto me gusta?
Siempre me trató como un hijo más, esa señora, fue mi alcahueta por esos largos años hasta
que termine mi bachiller.

– A los 18 fue cuando logré viajar a Bogotá donde quise tener mis estudios superiores
en el Derecho. A pesar de las circunstancias que se estaban viviendo en casa, la
situación económica y todo el caos que se estaba viviendo en Bogotá logré
acomodarme y empecé a estudiar en la universidad Libre de Colombia.

Pero, no solo fue estudiante de esta grandiosa universidad para él, con el tiempo logró otros
títulos y puestos mayores en las facultades y diferentes áreas.

– Sí, sí, fui, director, profesor, y así poco a poco, fue que fui subiendo y termine siendo
el rector de esta maravillosa universidad.

– Fue una experiencia súper grata para mí, además de compartir mi
conocimiento con muchos, estaba aprendiendo cada día más y más de otras
personas que tenían los mismos sueños que yo y a la misma edad.

Me case, con una bella mujer, muy simple y hermosa. Sofía, con ella tuve tres maravillosos
hijos, pero para no mentirles, ella fue la que muy bien los supo criar. En esos tiempos yo no
supe que era ser papá, prefería estar en todos mis proyectos políticos y me olvide un poco de
que tenía una familia. Sin embargo, para los regaños y castigos ahí sí estaba era listo.

Llegaron los años 90 y no todo era color de rosa, muchas dudas, y grandes problemas
llegaron a su vida. Se convirtió en el Senador de la República de Colombia, estuvo ahí un par
de años.

– “Lastimosamente fue en este momento, donde todo lo que había soñado había llegado
a su fin, soñaba con que cada uno de los niños que necesitan de estudios para tener un
mejor futuro, pudieran obtener de estos sin pagar, pero a los dos años de estar acá en
el poder, y al mismo tiempo también poder cumplir con mis deberes en la universidad,
el presidente no estaba de acuerdo con esto y me destituyeron del cargo.”

Sin embargo, esto no lo detuvo y siguió con sus estudios para convertirse en el abogado penal
que llevaba construyendo hace varios años, renunció al cargo que tenía en la universidad y se
dedicó a él y a su familia.

– “Años más tardes, fue que aprendí que era una familia, aún seguía trabajando, pero les
prestaba más atención a mis hijos, quería que los dos hombres fueran grandes
abogados como yo, desafortunadamente solo uno lo logró, y el otro aunque no es
abogado es un gran piloto, con una gran familia, y al menos hace lo que le gusta, me
di cuenta que obligándolo, lo único que iba hacer era empeorarlo todo y perder
mucho, pues igual paso por tantas universidades intentando convertirse en abogado.”

Fue un hombre muy exitoso durante su carrera y trabajando en el ámbito que más le
gustaba, pues, hoy en día, sus más allegados lo recuerdan con mucho cariño. Pero tanta
felicidad no era lo único que enfrentaba está familia, José Ramón Navarro, fue
diagnosticado en septiembre del 2010 con cáncer de próstata y esto lo llevó a una
depresión infernal.

– “Siempre pensé haber estado preparado para una noticia así, pero enfrentar la muerte
de esta forma tan cercana, me aterra. “

Después de esta larga prueba, se fue a casa bajo muchos cuidados. Aquellos cuatro meses que
le habían dado de vida, superaron los cuatro años. Luego de esta primera prueba, llegó el
cáncer a su cerebro, como parte de una metástasis expuesta por el primer cáncer. Fue llevado

nuevamente a cirugía y con él, las ganas de seguir viviendo disminuyeron. Su corazón era un
corazón débil, pero por ahí, también tuvo que pasar el bisturí.

– “Volví a nacer” son palabras que usa textualmente cada vez
que hablamos de este tema, reconoce que en algún momento de
su cirugía logró ver de cerca lo que era el cielo.

Hoy sigue de pie, un hombre fuerte que ha sabido sobrellevar la vida a
pesar de tantos obstáculos. Aprendió y conoció el significado de lo
que es la familia, no fue el mejor padre para sus hijos, pero en Bogotá
tiene dos nietas que ha criado como si fuesen de él, y los rencores del
pasado en sus hijos fueron curados, ahora vive rodeado de amigos, y de mucha gente que lo
quiere y lo recuerda por su gran labor en el pasado.

Todos los días se levanta con una sonrisa en su rostro, y nos recuerda a diario, la alegría de
que es estar vivo.

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