PERDERME O PERDERTE

CAPITULO I

A finales del otoño descubrí que, mi vida lucía diferente, me convencí de que había roto aquella rutina que tenía algunos días atrás, en realidad lucia demasiado diferente era como haber pagado por tener otra vida, pero descubrí que sin necesidad de tenerla podía ser feliz. Si hay algo que nunca cambia en la vida es, ese afán de las personas al proponerse planes, fabrican planes y al final del día lo único que hacen es perder el tiempo, lo tiraban a la basura, con tal que, al siguiente día aquello pasaba de ser importante a ser nimio, no quería estar en los planes de ella y que después de enfrentar un brete ella me cambiase por ser solo un plan fallido, prefiero ser una meta a largo plazo y si la vida nos deja seguramente seriamos ganadores, aunque, que digo nada está seguro cuando se trata de dos.

Ellos escuchaban relatos, historias de amor, pero todas ellas demasiado cortas, pero que se es para ti corto, cuanto tiempo te basta para decir que es demasiado, que pensaría la persona cuando escuchase esto, tal vez dirían-como puede ser historia de amor y durar tan poco.

Hábleme del amor y te respondo para siempre, porque el amor es no rendirse, ni desasistir, es así que, el amor es más que un sentimiento de atracción emocional, algo así como querer caminar al lado de la otra persona, pero mirando hacia el mismo horizonte, es… simplemente querer estar y no estar con alguien más, había relaciones que descubrían amar con el alma, con aquella parte del cuerpo que evitamos la mayoría de los seres humanos pero que siempre está ahí acompañándonos.

No entiendo como sucedió, realmente ella y yo éramos dos extraños que solíamos estar en el mismo cuarto de cuatro paredes, seis horas por día, 5 días de la semana, tiempo después habría una razón para unirnos aun sin pedirlo, ya parecía que el día estaba tan cerca para conocernos. El tiempo se detuvo por unos segundos justo el día en que la conocí, o al menos eso sentí a mi alrededor ella se veía tan, bonita.

Empezamos a hablarnos por mensaje, y mientras eso ocurría sentía algo extraño pero agradable, me preguntaba si a ella le sucedía lo mismo la verdad es que, ignore aquello y deje que las cosas fluyeran… en un tris se despertó mi interés aún más por ella, fue como aquello que no piensas tener pero cuando lo llegas a tener enfrente te gusta y era de que por aquí comenzaba el día y ya quería uno verla y cada que acababan las clases era de extrañarle, eso ya no me estaba agradando así que tiempo después le pedí que aceptara ser mi novia, y pienso que aun que no fue de la mejor forma, no fue mala idea hacerlo, ella acepto ser mi novia fue grandioso ya se imaginar la cara que puse, quizás no fue tanto la cara pero lo que sentí en mi fue una gran alegría un gusto de escuchar una respuesta positiva, teníamos demasiado cariño, no sé si íbamos demasiado rápido, pero sé que para ser nuestra historia no podía pedir nada más si ella estaba siempre ahí, se nos dio por cambiar la palabra cariño por amor sin forzar las cosas a pasos lentos y seguros.

Cada anochecer tras llegar a casa les sonreía a mis pensamientos con sentido de locura, que lo único que me pedían era tenerla siempre a mi lado.

Lo nuestrollevaba varios meses desde que decidimos comenzar, bien dicen que el tiempo no pasa en vano, porque formas lo que la pereza destruye aquellos meses con el tiempo conformaron un año y se sentían bien, y si soy sincero no era nada fácil, los problemas se nos cruzaban como si no tuviesen otra cosa más que estar molestando, pero ahí íbamos ella y yo sobre un solo camino, me gustaba como los dos nos perdíamos en el mirar del otro sentía que aquel amor que habíamos formado hasta aquel momento entre nosotros era correspondido, solíamos realizar varios planes aunque la mayoría de ellos se resumían en fracaso igual y no era como que persistiésemos, con el tiempo comprendimos que era mejor apostar por las metas que por los planes, era un gusto vernos cada día, estar juntos y al mismo tiempo teníamos el placer de querernos, llevábamos en mente demasiadas cosas que aunque queríamos hacer de todo no podíamos, nos quedábamos a mediassin concluir las acciones.

Siento que pudimos haber hecho mucho más de lo que hicimos en aquel entonces, y ahora que quiero revertir el reloj de arena, me doy cuenta de que tiempo, solo hay uno. No importa si me arrepiento o le maldigo a mi destino, porque ella ya no regresará, como olvidar cuando …

Tenían muchas cosas por hacer juntos, desde pasar un buen momento y sonreír, hasta a poyarse en los momentos difíciles que suelen surgir sin previo aviso, las cosas iban bien porque ellos estaban bien, quizás eso hacían creer, la verdad es que en la cabeza de cada uno de ellos ya rondaban un sin fin de ideas a los cuales se les daba vuelta y de ahí no pasaba, en una noche llenas de estrellas saliendo de la preparatoria se encaminaron juntos hacia la parada de ella y se dispusieron a hablar ambos de su relación, imaginaron que era momento de dar a la relación un ligero cambio de matices.

El chico la miro y le pidió solo un día para ellos dos, donde pasara lo que pasara las cosas marcharan bien, en aquel momento ella también lo miro fijamente y con una sonrisa entre sus labios, ella acepto, el chico en seguida respondió con una sonrisa y ambos sonrieron.

A lo lejos su transporte se veía venir y en tan solo en cuestión de segundos ella aria la parada, se subiría y tendrían que esperar otro día para hablar, pero no, ellos estaban conscientes de que se tenían que tratar las cosas, fue entonces cuando el autobús se detuvo, ambos subieron, y le pagaron al chofer, dieron unos pasos hacia la parte de atrás del trasporte y a pesar del ruido de los demás automóviles, de uno que otro claxon sonando sin razón, y de la ausencia de silencio que existía, ellos empezaron hablar, y no importaba lo demás solo escuchaban sus voces, como si fuesen ellos y nadie más en el tiempo y el espacio, hablaron de tanto que, los únicos que recordarían aquellas palabras serian ellos. Pasaron los minutos y ellos se veía tan alegres porque cuando las cosas vanbien no queda de otra que, sentirse bien, después de haber pasado algunos minutos ella toco el timbre como cada noche, él no lo hacía pues, sabía que después de bajar, el díaacabaría y ella se marcharía, el autobús paro, bajo se dio la media vuelta y le ayudo a bajar, recibiéndola de la palma de su mano, entrelazaron sus dedos y caminaron algunas cuadras para tomar el segundo trasporte el cual dividiríacomo cada noche el día, el reloj solía marcar los últimos minutos, ellos seguían hablando y lo hacían con calma, sabían que no tenían por qué dejar pasar otro día más, llegaron a la parada y surgió un silencio muy corto, la miro a los ojos y se dirigió a sus labios, la beso y se quedaron por un rato tan juntos que parecían uno, después se separaron lentamente uno del otro y él le dijo- gracias por todo mi vida.

Aquella misma noche se despidieron con un beso de buenas noches como hace algunos días atrás lo hacían y unos minutos más tarde el trasporte de ella paso, teniendo que retirarse cuando el reloj ya marcaba las nueve y media de la noche aún había un largo camino para llegar a casa, ella abordo y el desde la banqueta de la calle observo el semáforo este a su vez miro como cambiaba de ser rojo a verde, mientras su transporte avanzaba el, sonrió.

Al retirarse el chico se sentía feliz por lo sucedido ya hacia algunos meses, bueno tal vez unos días que, no se habían dado la oportunidad de hablar como lo hicieron aquella noche. Después de aquel momento se retiró del lugar camino algunas cuadras hacia abajo hasta llegar a la parada de su transporte, y después de eso se dispuso a pensar en ella, recordando las cosas buenas que le habían sucedido, la más importante de todas ellas, el haberla conocido, pues si no la hubiese conocido nada de esto sería cierto.

le realizo la parada al trasporte, y lo abordo, dijo – buenas noches,

-el chofer asintió y dijo- buenas noches joven.

Tomo su cambio y respondió – muchas gracias.

Procedió a caminar hacia la parte de atrás del trasporte se sentó donde el siempre solía sentarse, se puso de brazos cruzados miro por la ventana aquella obscuridad que se hallaba en el exterior y entonces, sus ojos miraron su reflejo por el cristal de aquella ventana.

-Gire lentamente mi cabeza y me recargue sobre la misma ventana cerré los ojos y no dejaba de verla, ella estaba ahí, demasiado lejos de mí, demasiado dentro, en poco tiempo me quede dormido y …

CAPITULO ll

Eran las siete de la mañana cuando abrí mis ojos el exterior aún se observaba un poco obscuro, el sol apenas y se presentaba en mi habitación, lo extraño era que no me acordaba de nada desconocía de lo que hubiese pasado la noche de ayer, trataba de recordar parecía que todo aquello se había esfumado, el cuarto lucia distinto parecía como si un socavón negro se hubiese tragado muchos años de mi vida, tenía curiosidad por saber que había sido de aquellos años, ¡pero! eso no era todo, en las sabanas de la cama se marcaba la silueta de una mujer, aquella silueta se plasmó tan bien que, les juraría que era hermosa, voltee hacia todos lados y realmenteno me acordaba de nada, pareciera que durante la noche hubiese bebido alcohol hasta perderme, quizás eso hubiera justificado la falta de memoria de aquella mañana, sin embargo no fue así, me cambie mientras trataba una vez más de acordarme para así encontrarle sentido a todo, camine hacia el baño y me mire al espejo, me quede estuporoso cuando vi que el espejo reflejaba a un hombre de30 años, con un cuerpo fornido, sugestivo, con personalidad, era como si los años hubieran roto mi reloj de arena, no quise saber más quede asombrado me retire del espejo sin un perjuicio, camine hacía la regadera quizás necesitaba una ducha abrí la llave de agua fría, al finalizar tome una toalla para secarme, tome una muda de ropa ligera y baje por las escaleras, me dirigí a la cocina por un vaso de jugo, cuando escuche un ruido alguien se encontraba dentro de la cocina, abrí lentamente lapuerta de tal forma que quien estuviera del otro lado no se percatara de mi presencia entonces mis ojos se toparon con una mujer bastante hermosa, de piel clara y tersa con un cuerpo esbelto, presentaba las curvas que mi cama había plasmado, se encontraba preparando el desayuno, se me hizo familiar juraría que la conocía de hace mucho tiempo, sentía queaquella mujer que se encontraba a unos centímetros de mí, me había abierto su vida hacemuchos años atrás, fue entonces cuando sentí evocar todo de nuevo, aquellos malos y buenos momentos, peleas y discusiones, satisfacciones y risas pero lo más importante es que seguíamos juntos a pesar de todo, recordé que, la silueta que hizo cuestionarme por la mañana era de mi esposa, aquella mujer que quería día a día en mi vida por y para siempre entonces -sonreí, mientras mis ojos brillaban al verla, con una voz delicada le dije – ¡buenos días amor!.

Al escuchar mi voz vi su cuerpo virar rápidamente soltando una sonrisa, corrió hacia la puerta de la cocina donde me encontraba, y antes de llegar a mi dio un gran salto, la abrasé tan fuerte como pude mirando a sus ojos le di un beso demasiado largo después de eso ella me respondió – al oído – buenos días mi amor devolviéndome el beso. El desayuno estaba listo ambos nos sentamos juntos como todas las mañanas, me quede callado y mirándola a los ojos me puse a pensar, en mi rostro solo se vio surgir una sonrisa, pero en mis pensamientos yo sabía que era el hombre más feliz, estaba agradecido porque ella decidió compartir su vida conmigo y hacer una sola vida, me sentía agradecido por cada uno de los días del pasado donde ella estaba y no me abandonaba, porque tras haberla conocido me sentía dichoso, ella era mi mundo, mi esposa y finalmente mi vida.

Hace algunos años atrás ellos no pensaban que lo lograrían, creían que los problemas de aquel entonces acabarían con todo y hubiesen tenido que aceptar la realidad, aun queriendo no lo lograrían. Hay amores que son eternos, tan difíciles de olvidar que la única solución es estar juntos, pero los problemas son tan grandes que sientes ahogarte aun sin nadar en el rio.

Ese mismo día durante la noche prepare la cena y una vez lista nos sentamos a cenar juntos como solíamos hacerlo cuando podíamos, nos contamos con detalles las cosas que el día nos había hecho vivir, me conto su día y describió cada uno de los acontecimientos que le sucedieron, después proseguí a contarle y ese día no me había ido muy bien en el trabajo, por suerte ella siempre sabia como hacerme sentir bien como calmar aquellas olas tan altas que surgían dentro de mí, por mi enojo cuando las cosas no resultaban.

Recogimos ambos la mesa, lavamos los trastes, apagamos todo y nos subimos al cuarto para acostarnos, ya bajo las sabanas ambos nos quedamos callados y yo pensaba en lo bueno que había sido ser perseverante con la vida, darle tiempo al tiempo para lograr estar juntos.

Le di un beso a mi esposa, y me quedé tan pegado a sus labios que no quise separarme de ella, entre besos y besos todo comenzaba a subir de grado sin tener un límite, comenzaron a surgir caricias y las luces fueron apagadas …

Estaba por amanecer y ellos dormían después de haber tenido una noche diferente, se veían bien juntos, parecían dos puzzles que encajaban perfectamente.

-desperté al amanecer, mire hacia mi lado derecho y ahí estaba mi esposa la mujer de todas mis virtudes y mis deseos, de mis esfuerzos y mi placer, sonreí como no lo había hecho hace mucho tiempo no tengo razón del por qué sucedió, haciendo realidad el “juntos por siempre”, me pare de la cama sin despertar aquella hermosa mujer que durmió conmigo, tome un lápiz y una hoja para después dejarle una carta.

Para el amor de mi vida:

Me eh quedado contigo, con la intención de hacerte feliz hoy y mañana y si tú me lo permites hacerlo para siempre, no queda más que decirte lo mucho que te aprecio, lo mucho que vales y que significa para mi tener a tan hermosa mujer, que cada noche tras el sol esconderse a lo lejos, cuando la luna se hace presente yo tenga el privilegio de dormir a tu lado en aquella cama sobre la que estas.

Ni se diga el hecho de despertar, de ser yo quien te ve en el amanecer de cada día, y si de amores te hablara, la única verdad seria que tú has sido mi único amor, porque no hay ni habrá nadie como tú, quiero caminar de tu mano una y mil veces más, abrasarte y que no te vallas.

Todos los días me siento bien por qué no puedo pedir más cuando ya lo tengo todo, que aun después del trabajo, vuelvo cada día a casa con las ganas de verte, de estar contigo, con ganas de ser lo que tú y yo siempre hemos sido.

El haberme encontrado alguien como tú no fue fácil tuve que pasar unas cuantas historias que no serían como la nuestra, te necesito y por el hecho de necesitarte, necesito que tú te quieras quedarte a mi lado, porque eres mi razón de ser y de vivir.

Existen tantas peleas que hace algún tiempo atrás no hubiera hecho otra cosa más que retirarme, después de ello entendí que no debía rendirme y aun que no fuésemos nada igual, y pensáramos muy diferente, al final de todo esto, sabía que valía la pena cada momento.

Te amo, espero que hayas descansado bien, levántate que hoy hay muchas cosas por hacer, pero esta vez juntos.

Posdata: BUENOS DIAS MI AMOR.

Era una buena relación la que ambos habían formado, después de que ella leyera la carta, se levantó, tenía una cara que no podía ocultar tan semejante alegría, se puso una bata, y bajo corriendo por las escaleras, lo vio del otro lado del cristal y corrió hacia el jardín donde él se encontraba, se aventó de tal forma que cayó en sus brazos y lo beso con locura.

Ella lo miro a los ojos, los ojos de él eran tan hermosos, pues en su reflejo ella se encontraba, su mirar de ella era único que te atrapaba fácilmente. Y en aquel momento ella le dijo en voz baja – te amo – pero él respondió- ¿cuánto? …- lo suficiente como para seguir en esta vida juntos.

-Entonces desperté.

CAPITULO III

Abrí mis ojos y desconcertado por aquel sueño me pare rápidamente de aquel lugar del trasporte donde me encontraba, toque el timbre del trasporte y antes de que este se detuviera por completo baje, avanzo y cruce la calle sin mirar a los lados me sentía perdido, tanto que se me olvido agradecerle al chofer antes de bajar, me pregunte a mí mismo el porqué de aquel sueño a pesar de eso decidí seguir caminando, no es que tuviese algún problema porque las cosas fuesen así, al contrario sería un placer para mi tener una vida así tan similar a ese sueño, pero con ella y es que más allá de quererla yo estaba seguro de amarla demasiado, no se imaginaban cual afortunado me sentía en tener a una chava como ella a mí lado, cada pensamiento que tenía mientras caminaba solo me ponían enun criterio donde la respuesta hacía falta, pensaba en la vida que tendría dentro de unos años y terminaba por aceptar que todo puede suceder… después de unos minutos de darle mil vueltas a la situación comprendió que, lo que el destino me deparase estaría bien, pues ella estaría a mi lado un minuto, una hora o quizás simplemente tendríamos tanto tiempo quisiéramos ambos, al enfrentar todos y cada uno de los problemas que se nos enfrentaran día con día.

Después de haber caminado llego a casa abrió la puerta del portón con sus llaves, acaricio a su perro el cual cada noche se aventaba contra el como si no lo hubiese visto en una semana, se mantuvo unos minutos con él, jugaron y después de eso decidió entrar a casa, saludo a sus padres con un alegre – hola, ya llegué.

a lo que la madre respondió – porque vienes tan feliz.

-el chico respondió- me fue súper bien con ella, ella me hace feliz mamá.

– qué bueno que este marchando bien su relación. Pero ven hijo te sirvo de cenar y sirve que me pláticas con detalle el día de ambos.

Su madre le sirvió de cenar, le preparo un café como a él le solía gustar, y se sentaron, fue entonces cuando comenzó una breve historia, pero bastante agradable para quien la escuchase.

-el día de ayer no pudimos estar juntos como quisimos, a pesar de que vamos en el mismo salón había algo que no encajaba y era la escuela, porque de ahí se encontraban nuestros enemigos, aquellos que nos querían ver un poco lejos, demasiado separados, decidimos ponernos de acuerdo para vernos un poco temprano el día de hoy y pasárnosla bien, solo ella y yo, acordamos la hora y el lugar era prácticamente el mismo era… nuestro lugar. Se me hizo un poco tarde como siempre solía pasarme, me aliste por la mañana tome mis útiles los puse dentro de mi mochila y me encamine hacia la parada de mi camión el cual paso unos minutos más tarde, y pensando que llegaría tarde, se fue rápido y llegue a la hora acordada, me senté, tome mi teléfono de mi pantalón, me puse los audífonos y me dispuse a esperarla, mientras escuchaba música los minutos que pasaban eran tan lentos que comencé a desesperarme, ella no llegaba y la preocupación entro en mí. Acabo de media hora, ella llego y me alegre de saber que estaba bien, de saber que ella había llegado, tarde como solía ser su costumbre, pero hasta aquella acción que solía hacer la hacía única, y bueno nos encaminamos hacia un parque el cual se encontraba cerca de la preparatoria un parque de muchos recuerdos buenos y malos, al llegar nos sentamos, me comenzó a platicar lo que había hecho por la mañana y aunque ella me decía que nunca le ponía atención o que talvez no la escuchaba, ella estaba demasiado equivocada, pues cuando hablaba no hacía más que poner toda la atención del mundo en sus palabras, tal vez después de unos minutos me perdía por completo, pero no era mi culpa que sus ojos causaran una pérdida de tiempo y espacio, y lo único que hacía era recordar mi pasado a su lado, sonreía cada vez que sucedía.

Realmente nos la pasamos súper mamá, no sé cómo decirte lo grandioso que es pasar días a su lado y no hacer otra cosa más que sonreír más que … estar feliz. Había llegado la hora de entrar a la escuela, caminamos, llegamos y bueno, era otro día que vivir en el salón a su lado, otro cuento que contar, pero con los mismos personajes, nos sentamos y las clases empezaron, -y si les soy sinceros el día de hoy me arrepiento de haber dejado ir aquellos días, de haberla dejado ir.

Llego receso y disfrutamos cada minuto que el tiempo nos ofrecía, salimos a las palapas que se encontraban cerca de nuestro edificio hablamos y literalmente el tiempo voló perdiéndome en su mirar en sus palabras, después de eso tocaron el timbre para continuar con las clases y todo marchaba bien, era un día de esos pocos, donde nos dábamos el lujo de estar bien de sonreír y de no enojarnos el uno con el otro por cualquier tontería.Para no hacer tan larga la historia fue un día de esos que siempre quieres tener, pero que solo a veces logras obtener tuvimos que esperar a la salida para danos aquellos besos que durante el día habían hecho falta, saliendo caminamos y era momento de que tomara su trasporte, para mi fortuna ella me permitió acompañarla como siempre lo hacía. Bien mamá a grandes rasgos así estuvo mi día, ahora que termine de cenar iré a dormir por que mañana será otro día igual o asta mejor, gracias por la cena estuvo muy rica. -descansa mamá buenas noches.

CAPITULO IV

Desperté al amanecer abrí mis ojos y el sol ya había invadido parte de mi habitación que se encontraba en la parte superior de la casa, no queriendo enseguida me levante con un esfuerzo enorme, pero era un nuevo día y había planes por hacer, mire mi habitación, puse los pies sobre el piso y ya sentado en la cama estire mi cuerpo un poco y bostece por última vez.

Prácticamente eran las siete de la mañana cuando mi agua para bañarme ya estaba lista, con mucho frio, tuve que quitarme la ropa y meterme rápidamente a la regadera… después de temblar durante un rato salí, me dirigí hacia el cuarto, me cambie me mire al espejo y bueno, me veía bien, no tan guapo, pero tampoco tan feo, a decir verdad, ¿que era ser guapo? ¿O que era ser feo?yo diría que no importaba eso si no quien era en verdad, en realidad no sé qué me dio aquel día por cuestionarme tendí mi cama y la de mi hermano deje hecho el que hacer como toda mañana suelo hacerlo y al terminar mire el reloj y este ya me había ganado, se me había hecho tarde para verla. Sin desayunar salí como pude de casa, corriendo y sin detenerme hasta llegar a mi parada, por suerte paso el trasporte que estaba esperando, le hice la parada y lo aborde enseguida, teniendo un poco de suerte llegaría puntual a nuestro lugar, a pesar de que era una parada común como todas las demás, habíamos nosotros hecho de ella un lugar especial, un lugar donde los recuerdos fueron tantos que sería inútil querer olvidarlos seria de más utilidad revivir esos momentos con el corazón, con mis sentimientos que la siguen amando. Ya en mi trasporte no sabía que era lo que iba a pasar aquel día solo quería estar con ella.

Se bajó del camión, camino hacia el lugar donde solían verse temprano y después de unos minutos llego al lugar se sentó y se dispuso a esperar saco el teléfono para ver la hora unas cuantas veces, el tiempo pasaba al igual que algunos de los trasportes donde ella llegaba, pero en ninguna de ellos se veía bajar, ya era un poco tarde y el comenzaba a preocuparse, no quería pensar que le había pasado algo. Y entre tantas desesperaciones, ella por fin bajo del trasporte y esta sonrió como siempre solía hacerlo, cruzo la calle y llego hasta él.

-ya vine amor, perdón se me hizo tarde.

-no te preocupes, lo bueno que ya estás aquí, nos vamos?

-si amor vamos.

Era tarde y tal vez no tendrían el tiempo suficiente, aunque quizás siempre lo tenían y no lo veían, pues ese día se dieron a la tarea de faltar a la escuela con tal de pasársela bien, sin embargo, ellos se darían cuenta de que hay cosas en la vida que no fueron hechas para planearse, que debían pasar por si solas que sin forzar las cosas llegaría el momento, deberían de entender que en esta vida hay tiempo para todo incluso para un amor como el que ellos solían tenerse.

-volvimos a cruzar la calle no sabíamos bien a donde ir, el plan era ir a mi casa, pero era ya algo tarde y vivía lejos.

le pregunte y ella me dijo- si vamos a tu casa amor-

a lo que yo le respondí – enserio quieres ir amor, no es que no quiera llevarte, pero ya es tarde podríamos ir a otro lugar, pero dime.

-ya te dije que vamos a tu casa, no te preocupes por el tiempo sé que estoy a tu lado.

Se subieron al trasporte del chico pago los pasajes de ambos, este le dio las gracias al chofer y procedieron a sentarse en la parte de atrás del camión, donde comenzaron hablar de ellos, hay que decir que a mitad de camino las cosas iban bien, hasta que él se puso raro, como solía hacer cuando algo no le parecía, y a pesar de que ella le preguntaba – que te pasa amor estar muy raro ocurre algo, la respuesta del siempre era la misma-no tengo nada, y así era siempre, contestaba algo tan absurdamente que parecía un niño pequeño, que por los caprichos de él hacían sentir mal a tan hermosa chica.

Ella le dijo -a veces no te entiendo.

Callaron durante un momento hasta que él se dio cuenta que estaba mal, que era un poco cruel con quien iba sentada a su lado, que a pesar de ser la persona que era siempre estaba con él y le pidió disculpas.

Ella acepto sus disculpas y se recostó sobre su hombro de él. Y el recorrido no había resultado como ambos esperaban que fuese.

-me olvide de que tenía que ser un buen día no solo para mi sino para ambos, tenía que hacer algo para borrar aquel trago amargo que había tenido durante el recorrido de nuestro lugar hasta mi casa.

Toque el timbre para que el trasporte se detuviese y bajamos cruzamos la calle y fue ahí donde tome fuerzas para hacer como si no hubiese pasado nada enmendar mis malos actos, la miraría a los ojos y tomaría su suave mano, para caminar a su lado como lo que era, mi novia. Y en unos minutos estaríamos en mi casa, donde realmente no tenía idea de que hacer, pero, de seguro no las pasaríamos bien, teníamos que pasárnosla bien.

CAPITULO V

El joven abrió la puerta de su casa y ambos entraron -el atrás de ella- cerró la puerta despacio, la casa se sentía muy fría en comparación al exterior, debía ser porque aún no le daba el sol a aquella parte de la casa, se sentaron en el sillón más grande de la sala, aunque este no era del todo cómodo, ambos se miraron a los ojos, y no sé si fue un resplandor o parte de mi imaginación pero a ambos les brillaron los ojos, sonrieron se acercaron tan lentos como pudieron y se presentó un beso, aquel beso fue tan diferente que solo fue necesario uno para desatar deseos entre ambos, la sensación de querer estar el uno con el otro, después de unos segundos las cosas cambiaron.

-Tome de su brazo y la acerque hacia mí, hacia mis labios para atarla con un beso, aún recuerdo como se paró lentamente sin separar sus labios de los míos no quería abrir mis ojos, sentía cual si fuese una droga, cuando abrí mis ojos ella se encontraba arriba de mí, sentada sobre mis piernas, la tome de la cintura con mis manos y baje su cuerpo lentamente sobre el sillón, la recosté, me coloque sobre su cuerpo y sin pensar mis movimientos, mis manos se entremetieron entre aquella blusa y su cuerpo, que manos tan necias las mías, tal vez estaba haciendo mal pero mis manos y la sensación del momento llevaban un mismo rimo seguían desplazándose sobre su cuerpo mientras los besos seguían prolongándose cada vez más, después de unos segundos me detuvo quizás no lo hice bien, pudo haber sido simplemente un poco de nervios de no saber cómo tomar el momento, y nos volvimos a sentar, me sentía como un tonto creí que había precipitado las cosas, esos minuto de silencio fueron incomodos.

Eran nuevos en el descubrimiento del término amor, el descubrir nuevas cosas era la parte favorita de ellos pues siempre lo hacían juntos, sin embargo y en cuestión de segundos sus labios se acercaron y después de ello, subieron por las escaleras y se dirigieron a la habitación de él, se recostó sobre la cama mientras que ella se sentó no había palabra alguna que surgiera después de lo sucedido, el cuarto estaba tan silencioso que pareciera no haber nadie y después de unos minutos, ella se decidió a acercarse a él y comenzaron nuevamente, arriesgándose a todo aquello que pasara después, estando tan segura de sí misma se acercó a él, le dio un beso y justo antes de que ella se retirara de sus labios, la tomo por la cintura y la atrajo hacia él nuevamente, de tal forma que ella no pudiera irse, quedo por encima de su cuerpo y volvieron a mirarse, esta vez la mirada fue tan profunda que, sus cuerpos estaban entendiendo de que se trataba el asunto, sabían que pasara lo que pasara, aquel momento seria solo de ellos.

La miré y le dije – todo va a estar bien, prometo que te voy a cuidar amor-.

Ella me miro y aquellos ojos tan hermosos, me respondieron con un – sé que lo aras amor-

De modo que después de unos segundos cambiaron de posición ella ahora se encontraba por debajo de él. Y no separaban sus labios, pero ni un segundo.

Las manos de él comenzaron a tocar su cuerpo entre la ropa y su piel sus manos iban dejando huella, los miedos estaban desapareciendo eran esas caricias de ternura de cariño.

Cuando le vi a sus ojos me perdí en su mirar, eran como inspiración, era ver miles de emociones estallando al mismo tiempo y esos ojos eran aquellos que aquellos me sacaban de mi realidad y de mi orbita. Tome la cara de sus mejillas con mis manos y lleve sus labios hacia los míos, sin prisa alguna disfrutábamos de aquel beso, beso que se repetiría una y otra vez.

Estábamos cansados de estar tan excitados, cansados de que nuestras ideologías siguieran encerradas y no hacer nada, en tan solo unos segundos los dedos de mis manos se habían coordinado para subirle la blusa que llevaba y después quitársela, pero ellas no estaban conformes y quitaron aquel sostén de sus senos, nos detuvimos un poco por aquella cuestión de quitarnos la ropa, le deslice su pantalón con unos nervios tan inmensos de aquellos que te suelen dar cuando es … tu primera vez.

Después de ambos estar desnudos la mire, y no fue por morbo si no que en aquella mirada me habría de dar cuenta de que, ella era preciosa realmente atractiva, eso no lo era todo, estaba consciente de que aquella mujer que estaba mirando era perfecta ella era, sumamente interesante antes de que la conociera, bastante inteligente, llena de virtudes, cariñosa y amable.

Hay ciertas cosas que el tiempo no puede cambiar y una de ellas era aquel amor que había de construirse entre ellos.

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