Una vez más, de nuevo la misma sensación que aparece cada que no tengo nada en que distraer mi mente. Ya agoté la lista de películas que no vi durante el semestre, ya leí el libro que me regalo mi novio y que yo le pedí que lo hiciera como regalo de aniversario. Ando haciéndome mascarillas en la cara intentando que desaparezcan esas marcas de acné que me joden todo el tiempo. Tengo ojeras, pero no son de no dormir, si últimamente lo único que deseo es dormir… ya saben lo que dicen, dormir para no pensar.

Odio, odio esta sensación de tristeza que me ahoga y que no permite avanzar. Al principio creí que era temporal y que luego iba a pasar y estaría sonriente y chateando con tantas personas como quisiera… como antes, pero no, así no fue, así no ha sido.

Desde que termino el interminable semestre solo me escribe mi novio, que por cierto se fue de la ciudad y ahora tengo una cosa más con la cual lidiar. Siento cierta tristeza, al saber que solo te hablan personas para pedirte favores y que en realidad cuando te preguntan ¿Cómo estás? Es una formalidad para luego ir al punto… el favor, si, los favores que te piden y que luego cuando ya no te necesitan les importas una mierda.

En estos momentos quisiera tener dinero, dinero para viajar, distraer la mente, conocer lo desconocido, tener sensaciones nuevas sensaciones que te hacen sentir pequeñita y satisfecha durante un tiempo y que luego se vuelven tan cotidianas que pasan a ser una nada en tu vida… y de nuevo…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS