Parálisis de sueño

Parálisis de sueño

Freddy Frederick

03/10/2017

Introducción:

Primero que todo, me gustaría contarles lo que me motivó a
escribir este libro. No recuerdo exactamente cuándo empezó, pero aproximadamente a los 16 años tenía parálisis de sueño casi todos los días. Casi por 4 años pensé que alguien o algo se ponía encima para que yo no pudiera moverme, solo poder mirar, pensar e intentar moverme. He elaborado este libro con el fin de ser una de las tantas explicaciones, hasta la fecha, de lo que sería una parálisis de sueño. Espero que les sea útil.

Capítulo 1: Primeras experiencias.

Las primeras experiencias comenzaron en la enseñanza media,
primer año (2007), en la cual, no tenía idea de lo que me estaba
ocurriendo, como dije anteriormente, yo veía las parálisis de sueño como algo o alguien que, de forma intencionada, no dejaba moverme. ¿Cómo lo hacía? Pues muy sencillo, al no ser corpóreo, en vez de afirmar los brazos y piernas, este envolvía al cuerpo haciendo que la sensación de parálisis no se sintiera solo en algunas partes y si no que en todo el cuerpo. Creer que algún tipo de entidad está haciendo esto provoca sensaciones de pánico durante la parálisis. Esto sucede porque nos encontramos en un estado parecido al que cuando soñamos, en los sueños pasa que a veces somos parte de hechos, como soñar una pesadilla en la que despertamos asustados.

Las sensaciones y la ideas son casi incontrolables, se presentan de forma automática. La diferencia de soñar y la parálisis es que sabemos que estamos acostados, porque efectivamente estamos despiertos, tenemos la noción de que no podemos movernos. Al ser muy parecida a los sueños hace que una persona se desespere e intente moverse con la intención de forzar lo que podría ser un proceso biológico. Por lo que es muy importante tener en cuenta la idea que tiene la persona respecto a la parálisis.

Lo que influenció esa idea fue que en aquel entonces, tenía unos
compañeros que jugaban a la Ouija en clases, ellos jugaban seguido y más de una vez quise participar. Durante el juego algunas compañeras también quisieron participar, ellas decían que cuando se juega a la Ouija, ciertos portales quedan abiertos permitiendo que entidades de otras dimensiones pasen a través de él y no solo eso, al jugar, también, molestamos a los que están “descansando”, no una molestia referida a jugar bromas o insultar a alguien muerto, sino que con solo empezar a jugar ya estábamos despertando a alguien. Durante los juegos nos dimos cuenta que cosas extrañas estaban sucediendo, unos dijeron que amanecieron con cicatrices y aunque, en la actualidad, no descarte la idea de que la cicatriz pudo hacérsela en el día sin darse cuenta, hizo que más tarde me comprara un collar en un templo de Hare Krishna. Fresia Muñoz es una compañera de clase, muy carismática, yo conocí el templo porque a ella le gusta comer allá, queda muy cerca del Liceo, lo que lo hace un buen lugar para ir. Fuimos varias veces, la comida es exquisita, es comida casera vegetariana, todavía recuerdo cuando un señor pidió garbanzos.

Uno de esos días al salir del lugar compre el collar, sólo por probar, yo no creía que pudiera ayudarme. Uno de esos días me dio, de nuevo, una parálisis y como era frecuente, yo insulte a este “ser”, en ese momento la presión que ejercía la parálisis estaba aumentando y en mi desesperación dije el mantra de Hare Krishna:

Hare Krishna, Hare Krishna
Krishna Krishna, Hare Hare
Hare Rama, Hare Hare
Rama Rama, Hare Hare

Lo que ocurrió fue que, efectivamente, la parálisis se detuvo. yo no lo podía creer, feliz con que había ocurrido comencé a usar el collar, no tuve la parálisis de sueño por casi una semana, hasta que ocurrió de nuevo. Llegué a la conclusión de que al no ser parte de La Conciencia de Krishna el collar no iba tener la misma eficacia, yo solo ocupaba el collar para dejar de tener la parálisis, no porque fuese parte del templo. Más tarde, concluí que el estrés provocado por un ritmo intenso de estudio, podría ser la causa.

Capítulo 2: Indagando.

Resignado y sin esperanzas de encontrar una solución al problema continué experimentando las parálisis por mucho tiempo más, tal vez Hare Krishna no era suficiente para detener a esta entidad, tal vez sí lo es y simplemente no quiso hacerlo. Uno nunca sabe, sin embargo, seguí experimentando las parálisis con miedo. Mientras pasaba el tiempo, llegué a la conclusión de que la parálisis se podía predecir, llegué a esta conclusión porque al comienzo de la parálisis se siente una sensación parecida a cuando nos despertamos en la noche y nos quedamos dormidos rápidamente, esta sensación de sueño envolvente o profundo la
caracteriza y se puede percibir durante el día, yo podía decir
abiertamente que me ocurriría y así pasaba, también hay que tomar en cuenta que antes de notar que esto sucedía, la sensación pasaba desapercibida.

Lo importante de tener esta noción es que cuando una persona
predice una parálisis de sueño también puede intervenir, aunque hay que ser minucioso porque la sensación de sueño envolvente también puede ser por un día agotador. Si una persona predice que va a tener una parálisis, lo mejor que puede hacer es dormir de lado porque estas ocurren con mayor probabilidad cuando se duerme boca arriba. Respecto a lo anterior, he llegado a la conclusión de que la parálisis requiere de una mayor energía para poder paralizar el cuerpo cuando está dormido de lado, aún no sé la razón pero sé que requiere una mayor fuerza porque una vez logró paralizarme durmiendo de lado y se sintió más fuerte, mucho más paralizante y envolvente, su intensidad fue mucho mayor.

2a: Detener una parálisis de sueño.

En el capítulo anterior se explicó, cómo se puede intervenir una
parálisis antes de que empiece y ahora se explicará cómo intervenir durante los síntomas que concretan la parálisis y estando dentro de ella. Hasta aquí hay dos cosas que no están seguras:

1- Tiempo en que se inicia una parálisis.
2- Razones.

El tiempo en que se inicia una parálisis es inseguro porque puede
ser en concreto, ya sea, sucede la mayor parte del tiempo cuando es al final de una jornada, en la cual nos vamos a dormir y la otra opción es durante el día, cuando se siente la sensación de sueño profundo. En el caso de que empezara durante el día, existe una mayor probabilidad de relacionarlo con una constante de estrés, debido a su parecido con la sensación de un día agotador. Pero si ocurre en la noche, cuando dormimos, podría estar más relacionado con la experiencia de soñar.

Cuando se inicia una parálisis comienza a manifestarse un sueño
profundo y envolvente, acompañado de un acto reflejo, parecido a cuando se golpea la rodilla en el tendón rotuliano. El cuerpo comienza a tener movimientos involuntarios, no quiero decir que la pierna comience a moverse de forma involuntaria, o el brazo, hay que recordar que en el primer capítulo se dijo que el “fantasma” no agarra una pierna o un brazo, él se envolvía para que se sintiese la sensación en todo el cuerpo. La sensación de movimiento involuntario se siente dentro del cuerpo y lo que hace la parte de afuera es hacer pequeñas reacciones parecidas a cuando nos asustamos y reaccionamos en un movimiento reflejo, pero dentro se siente como cuando cerramos fuertemente los ojos y escuchamos una vibración dentro de nuestra cabeza.

Cuando el cuerpo se comienza a paralizar lo que se siente es una
sensación parecida a cuando nos enfocamos en nuestra presión arterial, la sensación de parálisis no se manifiesta tantas veces como la sensación de la presión arterial, es lento y aparece cada cierto tiempo, cada 1 min aproximadamente y luego de varias veces paraliza el cuerpo completamente. Si una persona olvida dormir de lado para evitar la parálisis, todavía puede hacerlo cuando no está paralizado completamente. Ya cuando se está paralizado es diferente. Vamos a imaginar que cuando se está paralizado los movimientos involuntarios siguen manifestándose cada cierto tiempo, por lo que lo que haremos será intentar movernos justo cuando aparezca y no en cualquier momento. Las veces que lo hice de forma aleatoria dio como resultado que se incrementara su intensidad. Lo ideal para que la detengamos
completamente hay que cambiar de posición inmediatamente, si por ejemplo, estamos durmiendo boca arriba y ya estás paralizado, cuando logras detener la parálisis hay que ponerse de lado y no continuar boca arriba, porque seguirás paralizado.

Capítulo 3: Lo que yo describo como desdoblarse a través de una
parálisis de sueño.

Para poder explicar lo que yo describo como desdoblarse, vamos a
entender que si en el caso de no hacer nada de lo que he dicho aquí, lo que se experimentaría sería una parálisis de sueño intensa producida por la idea de que alguien o algo está encima, esta parálisis culminaría en la parte más intensa y luego finalizaría. De otro modo, esa es una parálisis normal que cualquiera puede tener o ha tenido, la más normal o quizás la
más normal para mi y un grupo de personas. De tantas veces que tuve parálisis de sueño, una vez intente dejarme llevar, no porque yo haya querido, sino porque alguien me lo dijo, no con palabras, pero así fue como se sintió, de otra manera, no me hubiera dejado llevar. Cuando yo me deje llevar, dejando el miedo, experimenté salir del cuerpo, sentí que podía flotar como si no hubiese
gravedad, como en una nave espacial, recuerdo que el lugar estaba oscuro y cuando chocaba en las paredes las repelía, sentía un golpe eléctrico cuando eso sucedía, también sentí volver al cuerpo, yo recuerdo volver a sentir el cuerpo entrando a él de pies a cabeza y no de cuerpo entero, como cuando una persona pierde la sensación del tacto y vuelve a sentirla de nuevo. Volví al cuerpo porque pensé que podría encontrarme con un “fantasma”. Concluí que sentir miedo no ayuda a mantenerse fuera del cuerpo, este actúa como un mecanismo de defensa que te pone en alerta, sentir miedo hace que inevitablemente se vuelva al cuerpo, te hace despertar o seguir durmiendo.

Despertando en la mañana, lo primero que pensé fue lo que ocurrió esa noche, busqué experimentarlo de nuevo, esperé pacientemente a que ocurriera otra parálisis, hasta que el día llegó. En ese momento ya tenía claro todos los pasos a seguir, pero experimenté la parálisis con miedo, con la idea anterior. Recordemos que estas ideas se producen de forma automática. Yo no sabía qué explicación darle, se supone que yo ya no tenía esa idea. Así que lo que hice fue, por mucho tiempo, convencerme
de que la parálisis de sueño no es algo malo, que no es alguien o algo la causa. Lo hice hasta que la nueva idea se presentó por sí sola. Recuerdo sentirme con tranquilidad, me dio un poco de miedo el cambio brusco de la intensidad de la parálisis, pero nada más, recuerdo ver la luz que estaba por la ventana en la madrugada, recuerdo ver cortinas y la visión como si hubiera neblina, podía ver y tenía la noción de que mis ojos estaban cerrados, recuerdo mirar a mi alrededor e intentar moverme por la habitación, pero en el intento, lo que sucedió fue que confundí uno de los movimientos con los que hace el cuerpo, en vez de moverme por el lugar, se movió una parte de mi cuerpo físico,
haciendo que me despertara inevitablemente.

Una anécdota que puedo relacionar con este hecho, es que una vez yo soñé que estaba en un cerro con nieve, en él estaban dos tipos que más tarde comenzaron a seguirme. En ese momento, empecé a correr, recuerdo caer en un gran agujero, aparentemente hecho por una excavadora porque era rectangular, recuerdo caer y ver que estaban bajando, entonces recordé que cuando era niño, en los sueños cerraba los ojos para no sentir el dolor cuando algo o alguien me atacara (lo hacía porque creía que en los sueños el dolor es mental, por lo que si no veo que me están atacando, no debería sentir ese dolor mental). Siguiendo con lo anterior, al abrir los ojos soñando ocurrió que estaba en
otro sueño, nada que ver con el anterior, realizando otra actividad. Ocurrió un tiempo y después ya no cambió a otro sueño, empezó a confundirse con los ojos del cuerpo. Supongamos que estás soñando y cierras los ojos para no ver lo
que está pasando, luego los abres y en vez de abrirlos en el sueño, abres tus ojos haciendo que te despiertes. Volviendo a la nieve, al recordar el suceso de la infancia cerré los ojos (en el sueño) rápidamente y los abrí despertándome.

Hasta aquí se puede decir que la presión intensa que se siente en
una parálisis de sueño podría ser provocada porque uno está saliendo de su cuerpo, con seguridad no lo puedo decir, pero cuando uno experimenta salir del cuerpo, deja de sentir la intensidad de la parálisis, uno deja de sentir su cuerpo. Si en el sueño podemos controlar muy pocas partes del sueño o nada del sueño, dentro de la parálisis se puede intervenir un poco más.
Concluí que poner el cuerpo en alerta hace que se vuelva al cuerpo (despertar o seguir durmiendo), influido por 3a: Las ideas, el que será visto después de tratar la siguiente experiencia.

Esta vez, en vez de experimentar salir del cuerpo, tuve un sueño
lúcido. Recuerdo haber estado en una tribu. Yo podía escuchar la música de sus tambores, yo no podía verlos, frente a mí había una roca muy grande y en ella la sombra de una flama moverse, recuerdo enfocar para mirar el dibujo de unas flores con pétalos verde oscuro y morado, primero verde oscuro y después morado, luego de nuevo verde oscuro cerrando con el color morado, formando una flor triangular (el morado era un poco más pequeño que el pétalo verde). Luego de estar un tiempo,
seguí durmiendo. Lo que vi en el sueño, no tiene ninguna importancia si no se descubre, con claridad, la razón de porque se experimenta salir del cuerpo y porque se experimentan sueños lúcidos. Como experimentar una y la otra.

3a: Las ideas.

Las ideas, al igual que las acciones, se producen de forma
involuntaria, no como un proceso en el cual se escoge una idea y luego se expresa de forma voluntaria, las ideas que se expresan son las que ya se tienen adquiridas o preconcebidas. Para explicar esto, hay que volver al primer y segundo capítulo, en el cual, yo conté que tuve que adquirir una nueva idea para que apareciera en la parálisis y que eso no se logra tan fácilmente, lo que podría ser porque una idea preconcebida lleva tiempo en la mente. Se requiere refutar una idea anterior. Cuando empieza a aparecer la nueva idea por si sola, durante la parálisis, las ideas siguen influyendo. Cuando se experimenta salir del cuerpo sin saber que eso ocurrirá, surgen dudas respecto a qué tan seguro es haberlo experimentado, las ideas que surjan de estas dudas influyen nuevamente. Si se llega a pensar en algo malo, que genere
incertidumbre y/o temor, pondrá en alerta a la mente y casi de forma instantánea se volverá a cuerpo. Se podría decir que se requiere un equilibrio, si no se adquiere demasiada consciencia, es posible mantenerse por un tiempo mayor.

En la actualidad (17 de agosto de 2017) me ha ocurrido un par de
veces, una ha sido muy fuerte y la otra la he evitado al notar sus
síntomas.

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