Palva vivía en un mundo donde la vida no era bienvenida.
Palva reía en un mundo donde la risa no era acogida.
Palva jugaba en un mundo donde la diversión era mal encarada.
Palva soñaba en un mundo donde soñar era prohibido.
Palva amaba en un mundo donde amar no era correspondido.
Palva oscilaba en un mundo donde su mente era la delegada.
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