“PÁGINA SUELTA DEL CAMINO” ( Texto de Autoayuda )
Mis ojos se abrían al alba, empezaba a buscar, visualizaba el camino que debía emprender, comenzaba el día era el inicio y la luz se hacía más clara aunque lo que delante de mí se vislumbraba cada vez con más nitidez era un camino zigzagueante rocoso e inestable, era lo que mi visión percibía en ese momento, este era el destino que se presentaba para mí.
Voy a volar encima de mi luz, seré un rayo capaz de alumbrar lo turbio del camino; me propondré que mi vida tenga valor que sea un haz de luz un referente para muchos; sé que encontraré doloroso aquel camino sinuoso zigzagueante rocoso e inestable pero seré más fuerte que el dolor y tendré solo un pensamiento, aquel de no amilanarme, avanzaré aunque la tormenta me coja desprevenido y descubierto, intentaré nuevas formas de cubrirme de la lluvia, quizás me moje pero sacaré de ella lo grandiosa que es y tomaré ese valor en mi provecho, disfrutaré sintiendo mojarme en la travesía.
Si por razones del destino me tocase cruzar un bosque laberíntico, no desfalleceré ni me derrotaré, quizás el entorno quiera sucumbirme pero estaré preparado y como siempre tomaré lo más valioso de aquel enrevesado bosque, y me libraré de su laberinto, poco a poco sé que lo podría hacer; y dentro de este espeso bosque no solo me atormentaré con sus pesares y oscuros ramajes, por el contrario buscaré flores, verdes pastos, frescos colores, que sí, que allí habrán y me acompañaran en mi viaje para con ellos, en algún momento salir de aquel laberinto boscoso.
Ha de acompañarme siempre una canción, que resonara en mi interior, me aliviara de lo fangoso que halle el recorrido, resonara en mi alma cual sinfónica omnipotente, ella me abrirá el corazón y mi mente se contagiara de aquella danza que surcara mi interior, así solo así podre avanzar con ánimos que ensalzaran mi trajín, debo avanzar animoso aunque se torne la corriente fuerte y en contra de mi recorrido, seré más que el desánimo o la pena; bailara mi alma, cogerá el compás del valor, no cederé, surcare ríos enervados y furiosos, más solo escuchare mi alma volar feliz en su danza, esto aliviaría mi día a día, sé que llegaré a la otra orilla, y llegare siempre acompañado de mi música, la de mi alma.
Y cuando el día toque a su final, veré la recompensa de aquel esfuerzo que emergió de mí, para poder enfrentar cualquier embate que en ello me halle; veré mi paso dado, recorreré mis acciones y mis formas de entablarlas, seré humilde aunque me sienta victorioso, por que mañana quien sabe vendrá otro vendaval, y empezare de nuevo la marcha, solo así ganare la gloria, de grano en grano llenare mi playa de la más fina arena.
CRONÍLTERO
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