Volver con las heridas abiertas y

enfermar de angustia entre la confusión mundana

vientos, eternidades, llagas incurables.

Tu que te fuiste una tarde llamándome

yo que no pude oírte por la ceguera de mis oídos

Decidiste regresarte porque amabas las guayabas

el aroma de aquella guayaba que es la sabia de mi cuerpo

Mi madre que ya no te escuchaba pero que en silencio aún te esperaba

Vino el desgarre del tiempo y la obsolescencia de la vejez

qué solos se quedan los cuerpos 

Quizás mañana caminaremos un rato «Pacho»

                                                                             Goya 2021

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