Recomendaciones para leer esta historia

Esta historia se recomienda leerla muy atentamente para descubrir los detalles que se encuentran en cada capítulo.

Los capítulos los protagonizan Mike y Lian individualmente en primera persona, el motivo de esto, es para que el lector se sienta más cerca e identificado con los dos personajes, adentrándose en el enigma.

Los saltos en el tiempo y la esencia de cada capítulo por separado, serán las piezas de un puzzle que invito al lector a terminar.

Capítulo 1: Chasquido en el cerebro

Corría, mis piernas retumbaban con el suelo a medida que tocaba mi pie con el asfalto oscuro de la noche, sentía un escalofrío que subía por toda mi columna hasta llegar a mi cuello, haciéndome sudar.

Solo podía sentir el latido de mi corazón como salía de mi pecho y mi rápida y profunda respiración, sentía ansiedad, sentía una sensación mental que solo me llevaba a sobrevivir, no podía pensar, solo correr, sin girar la cabeza hacia atrás.

Se acercaba a mi, no lo podía ver, pero lo tenía tan cerca, que la cabeza me retumbaba y empezaba a entrar en un estado de pánico nunca visto antes en mi.

-¡Vamos Lian!- podía ver a Mike al final de la calle, esperándome.

Él me miraba con sus ojos grandes y asustados, esperando a que yo llegara, pero entonces lo supe. La cara de Mike se desconfiguro totalmente, creando una mueca de horror, fue entonces cuando entendí que iba a morir.

Cerré los ojos, devastada y mientras mis piernas empezaron a fallarme, cansada de correr y dándome por vencida, pude oír a Mike:

-¡Tirate al suelo Lian! ¡Ahora! -dijo con firmeza.

No lo pensé, solo me deje caer, rascandome los brazos y las rodillas en la carretera mojada. Fue entonces cuando una vez toque el suelo, vino el disparo, oyendose por toda la calle en el silencio de la noche, fue ensordecedor.

¿Mike? Mi cabeza tapada entre mis brazos solo podía ver la carretera tocando mi cara, tirada en el suelo tenía miedo a levantarme. ¿Había disparado Mike? Me había quedado paralizada. Tenía que afrontarlo, levanté la cabeza del suelo y pude ver que la calle estaba desierta.

-¿Mike?-susurré. Había desaparecido, no había nadie, se había esfumado llevándose con él, todo mi miedo. Empecé a gritar, sintiéndome como una chiflada, sujetándome la cara llena de lágrimas, arrodillada y desesperada preguntándome a mi misma que estaba sucediendo.

Fue un chasquido en mi cerebro, supe dónde ir.

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