«Maestros» de la vida,

profesionales en consejos vacíos,

especialistas en palabreríos baratos,

expertos en vitalidad.


Palabras inmersas en ignorancia,

disfrazadas de sabiduría,

predicando lo que nunca han vivido,

evidenciando su mediocridad.


Eruditos de la vida misma,

grandes conocedores dotados de experiencia,

alardeando su expertiz,

sin saber que es la locura.


son farsantes en lo que dicen ser,

charlatanes en un escenario sin gracia,

con muecas hipócritas y discursos fingidos,

vendiendo ilusiones en paquetes de mentira.


Denominador común; vidas vacías,

sin sentido aparente y logros escasos,

marcados por fracasos.


Vivo lo que ellos temen,

respiro el caos que jamás entenderán.

Su verdad me es ajena,

su sabiduría no me toca.

«Sean muchos los que hablen pero pocos los que te aconsejen»

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