En el Valle de las luciérnaga encontrada en Puebla habitaba una pequeña luciérnaga llamada Destello, ella pasaba todas las noches admirando una estrella que la cual la nombro Evangeline, pareciera que era la estrella más hermosa que podría existir, diario le cantaba una melodía que le había escrito desde el primer día de haberla visto, soñaba con que un día bajara del cielo y pudiera enseñarle a brillar tanto como ella, Destello tenia una reputación muy pésima, pues desde que nació no había logrado brillar ni una sola vez, todas las demás luciérnagas siempre se burlaban de ella por ser diferente, la tachaban de ser un mosco cualquiera, nunca querían pasar tiempo con ella siempre la excluían y nadie quería ser su amigo, cada que quería acercase solo la humillaban haciéndole comentarios como de que nunca iba a poder emitir luz y que era inferior a los demás .

Destello estaba harta de recibir ese trato de todos, sentía que nunca iba a poder relucir de su interior, por eso es que admiraba su hermoso fulgor de Evangeline, creía que si le suplicaba iba a bajar a enseñarle encender su brillo.

Estuvo meses completos implorando que la ayudará, que bajara mínimo unos segundos, creyó perder la esperanza,pero por ultima vez lo intento pidió con todo corazón, cerro los ojos y dijo en voz alta «¡POR FAVOR AYÚDAME A BRILLAR!» en ese momento paso por encima de ella una estrella fugaz la cual la escucho y decidió acudir a su suplicado, fue hacía Evangeline y le comentó lo que había escuchado. Destello abrió los ojos y al notar que no había pasado nada decidió dar la vuelta y marcharse muy triste y decepcionado.

Evangeline se sorprendió de recibir una noticia como esa, pues ella creía que nadie tenia derecho a humillar a los demás por ser diferentes, pues todos tenían distintas cualidades. En eso bajo y al darse cuenta que Destello se había marchado decidió ir tras de ella, fue lo más rápido que pudo a buscarla pero no la encontró, no pudo hacer nada al respecto, por lo cual se dirigía a su lugar de costumbre, en eso vio de lejos a Destello y se dirigió velozmente.

Al llegar estaba de espaldas y se dio cuenta que estaba llorando, por ese motivo, le dijo.

-¡Hola! ¿necesitas mi ayuda?

Destello volteo y al verla se alegro bastante, pues por fin le había escuchado todas sus suplicas, de inmediato le contó por todo lo que llegó a pasar, Evangeline muy tranquilamente le escuchó y cuando terminó de explicarle le dijo.

– Pequeña luciérnaga, no debes de tomar enserio ningún comentario negativo de las otras luciérnagas, todos tenemos cualidades diferentes y quizás incluso tu puedes brillar más que ellos pero debido a que tu mismo piensas que no puedes, te haces incapaz de lograrlo, inténtalo de nuevo incluso todas las veces que puedas intenta, todos tenemos las mismas oportunidades, no debes dejar que nadie te haga sentir humillado, que nadie te diga que no puedes. Solo no te dejes opacar por los demás.

Al terminar de decirle se marcho de inmediato, Destello se quedó pensando en lo que acababa de acontecer, las palabras que le dijo se le quedaron muy gravadas, por lo cual, con toda esperanza trató de prender su luz, sin esfuerzo lo logro, su luz era inmensamente brillante, incluso se podría apreciar más que la de Evangeline, Destello se alegro demasiado pues  toda su vida había pensado que estaba fundida y todos le habían hecho pensar que si era así.

A lo lejos todos notaron un grande brillo al otro lado del Valle y decidieron acudir a el lugar, al darse cuenta de quien emitía ese fulgor era Destello se sorprendieron tanto que de inmediato le preguntaron como es que lo había logrado, Destello sin resentimiento alguno les afirmo que solo volvió a intentar prender su luz y por si sola brillo de esa manera. Todos al reconocer los crueles que fueron con Destello le pidieron una disculpa sincera, la cual Destello aceptó pero no quería volver a convivir con ellos puedes en un principio fueron tan crueles con ella que la motivaron a explorar nuevos lugares.

Destello contenta voló hacia donde estaba Evangeline y le agradeció por inspirarla a desear encender su linterna como es que le decía, Evangeline estaba muy orgullosa de ella, se despidieron y Destello decidió viajar a otros lugares, en los cuales todos han admirado su hermoso fulgor y en donde quiera que valla todos le recuerdan lo preciosa que es.

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