Nuestras historias estaban contadas en páginas distintas de un mismo libro,
Nuestros caminos terminaban uniéndose en el mismo punto,
Y nuestros hilos se unían en el mismo abrigo.
Lo conocí siendo una niña, tenía trece años y solo pensaba en finales felices y unicornios, no me gustaban mucho las princesas, pero en cuanto lo conocí me hizo sentir como una.
Tenía mi cara sucia y mis pies torcidos, nunca fui muy femenina, era fan de los conjuntos deportivos. Sin embargo, me decía que era la niña más hermosa del mundo, aun sabiendo que no era verdad le creí.
Me caracterizaba por ser pequeña, la primera de la fila, la de gafas o la morena. Él no me veía asi, solo veía una persona, siempre me vio con ojos distintos y eso me gustaba.
Nunca fui mala estudiante, siempre era la mejor en todo, nada me distraía y todo me salía a la perfección, jamás vi nada malo en mi pues mis padres se encargaron de que siempre hiciera todo bien y hasta el momento creía que era normal el comportamiento de ellos, hasta que lo conocí a él…
Lo conocí en el colegio, vi ese niño alto, flaco y moreno, con ojos grandes, negros y hermosos, vi ese brillo misterioso que prendió la curiosidad en mí.
Me enamore de inmediato, era el mejor en todo, era inteligente pero insensato, era buen deportista pero perezoso, era presumido pero humilde y era enamoradizo pero indiferente, era perfecto.
Yo, una niña que siempre obtenía que lo que quería, decidí enamorarlo. Con el paso de los dias le enviaba dulces y caramelos, cartas y recados que le escribía en medio de las clases, empecé a dedicarle toda mi atención a él, y funciono…un día le escribí por mensaje de texto, de inmediato me pidió que fuera su novia y yo gustosa acepte… para ese entonces creía que mi vida era perfecta, sin embargo con el paso del tiempo nos abrimos uno a uno y nos dimos cuenta del caos que teníamos por dentro asi que nos convertimos en un apoyo mutuo, era perfecto éramos felices, nuestros abrazos eran dimensiones que nos transportaban a galaxias desconocidas y nos hacía olvidar todos nuestros problemas. Nos completábamos uno al otro, nuestros labios se unían como agua y tierra, nuestras mentes se entrelazaban y nos entendimos a la perfección… Saben? era feliz a su lado, pero en ese entonces nos faltaban muchas cosas por aprender y las cosas fueron empeorando.
Un día recibí una de las peores noticas de mi vida, él se mudaba…se iba del pueblo y me dejaría sola con esos demonios que tenía en mi cabeza, con esas inseguridades y con esas voces que me empujaban al abismo cada vez más.
En fin, él no tenía la responsabilidad de cargar con el peso de problemas que yo no sabía que tenía…
Cundo se marchó sentí que se me vino el mundo encima, me sentí abandonada, fue la peor sensación del mundo. Una parte de mi me estaba dejando y, además, ¡tendría que seguir sola con estos problemas…Dios! Cada día de mi vida se tornaba gris, cuando mis dias a su lado eran rosas, amarillos o azules, mi vida sin el se torno de un color opaco y espeso. Fue horrible…fue como recibir una apuñalada todos los dias y cada día mi alma se iba apagando, perdí muchas cosas, él se llevó muchas cosas de mí, todo lo que le di, mi empatía, mis besos, mi sentido del humor, mis esperanzas, mi amor, mi alegría, mi sonrisa y mi felicidad.
No me arrepiento de haberle dado eso, porque me hacía feliz que el fuera feliz, sin embargo, me volví una persona completamente diferente.
Él era mi cordura, era mi bolita anti estrés, era mi chaleco antibalas, mi paracaídas…entienden? El me mantenía de pie, por eso caí tan profundo cuando me dejo.
Hablábamos, pero con el tiempo nos distanciamos, era una pelea tras otra, y todo se volvió más doloroso y difícil, asi que decidí terminar con esa relación, pensé que sería lo mejor para ambos, pero no fue asi.
Ambos tomamos malas decisiones, yo más que todo, ya que me falto mucho por aprender, no supe manejar mi soledad y el sentimiento de no tener a alguien cerca para que fuera mi bordón.
Mis papas nunca fueron mi mejor apoyo, nunca me enseñaron nada sobre la vida, él fue el único que me abrió los ojos y me hizo ver las cosas diferentes, hizo que viera que hay más en mí, que todo podría ser diferente, por eso caí en la ignorancia y en la fosa en la que estoy es imposible salir.
Con el paso de los dias nos acercamos de nuevo, y su corazón de miel…Dios, que corazón tan puro el de ese hombre, perdono mis errores, aunque no lo dejen dormir de noche y me aborrezca por ratos. Me ve con ojos de amor, me abraza con brazos de ternura, me besa con labios de fuego y me coge con ganas de odio.
No les niego que mi futuro y mi felicidad es al lado de él, eso lo sé, tan segura como que las estrellas desaparecen. Pero esas cadenas que llevo, esas espinas que atraviesan mis manos, las estacas que llevo en mi corazón y el veneno que cargo en mi lengua, lo siguen dañando.
Asi que, por más que quiero despertar a su lado todas las mañanas, mi único gramo de humanidad que queda me dice que salga corriendo y lo aleje de mí. Es la naturaleza, es mi deber. Debo protegerlo de mí, debo asegurarme que sea feliz y que pueda reconstruir los pedazos que dañe.
Verán…cometí errores inhumanos que me atormentan día tras día, errores que dañaron a la mejor persona en mi vida, y no estoy orgullosa de eso.
Hoy en día estoy en la fosa de la que les hable, desde aquí abajo todo es mas complicado, sigo dañando todo, todo a mi alrededor se daña si lo toco.
Si me ven de lejos, usen unos lentes, una bufanda y un abrigo, la maldad es contagiosa.
Merezco cualquier juego que me ponga satanás, y cualquier castigo que me encargue Dios, el sentir y pensar tan fuerte, que mi tristeza sea tan dolorosa y mis pensamientos tan ruidosos, son consecuencias mansas de lo que hice.
Mi única tarea en este mundo es que tú, mi ángel divino seas feliz y alumbres mi fosa con tu esplendor, prometo servirte y adorarte por el resto de mis miserables dias.
Aunque hoy en dia, mi amor bello, no quieras saber de mi, desees mi muerte y sufrimiento, estoy segura que fui y sere tu mejor sueño porque se que no me olvidaras, asi me odies estare en la brisa que mueva tu cabello, en el humo del cigarro que enciendas por las mañanas, incluso en me veras en las calles, en la maleza que crece en tu jardin y se que desearas nunca haberme conocido, sin embargo, aqui estare para ti, no con ojos de amor, ni con brazos de ternura como prometi darte siempre, pero aqui estare luchando yo sola con estas voces, estos demonios y estos pensamientos que succionan mi alma.
Como ultimo gesto noble hacia ti, grabbare en una piedra estas palabras y las volvere una religion…
Tales errores cometidos son millones de bolas de plomo que cargare hasta el día de mi muerte, y si Dios es el Dios que todos esperan que sea, les juro que mis pecados perpetrados entraran en la lista de los siete pecados capitales. Me convertiré en un ejemplo a seguir el diablo y estaré en las historias de terror que contaran a sus hijos. Me encontraran en el dolor, en el sufrir, en las lágrimas que derramaran cuando sientan su alma pudriéndose, pero más que todo en el pecado de cambiar oro por piedras…
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