Observo el teclado…observo como si el mismo tuviese la respuesta. Ni siquiera se que carajos estoy haciendo intentando descifrar cada pensamiento de mi alma, ¿Tengo alma? y si la tengo: ¿Donde la encuentro? ¿Como se puede saber la existencia de algo sin saber el espacio en el que radica?
Tantas cuestiones y dilemas mentales generando en mi las ganas de bajar la llave o de efectuar un corte de luz. El entorno y sus habladurías, si nada es cierto si todo es mentira si todo al final resulta ser nada. Sueño tsunami contradicciones en si mismo y el cinismo el de las voces, el del ruido de unos dientes al moler el dulce…burlón grosero desobediente.
Todo se detiene…un dolor de espalda llega, quizás sea por el invierno o por ese pronostico fatídico de que a esta edad el cuerpo duele.
El mundo me guarda el secreto de que no hay esperanzas, de que esta etapa esta ebullición placentera muere y muero con ella; al final gana la partida, el tablero canta «jaque mate» y yo preparada lista entregada, como el suplente pasando a titular como la bebida fría en verano, como el invierno entregando la primavera.
Te proyecto desesperanza, hazme sangrar como a todos los que acompañas.
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