NOVIEMBRES SIN TI

NOVIEMBRES SIN TI

Luis Torres

04/11/2020

Noviembres sin ti 

Venerar a los muertos, recordarlos. Comprar flor de cempasúchil, la comida típica, algunos dulces mexicanos, el famoso papel picado. Sentarnos a un lado del altar y brindar con los que ya no están, compartir algunas canciones que eran de su agrado. Sin duda es una fecha inigualable de la cultura mexicana, pero no deja de ser una de las más melancólicas.

Días y noches donde repetimos momentos en nuestro casete de recuerdos, y reafirmamos la falta física que nos hacen los seres queridos no presentes.

Pero, ¿Qué tan diferente es extrañar a alguien vivo y alguien muerto? ¿Qué duelo es más difícil? a final de todo es extrañar un ser que partió de nuestras vidas, simplemente de diferente manera. 

Como todo en esta vida tiene su inicio y su final, lo mismo pasa con los seres humanos. Dos nubes al separarse no existe una tensión por seguir unidas, esto al ser un simple proceso físico natural. Los humanos no, tenemos esta arma de doble filo que es percibir emociones y sentimientos, que de misma forma es lo que nos hace sentirnos vivos. Que tan curioso es que lo mismo que nos hace sentir en el mejor punto de gracia pase a ser lo que nos puede tener a fondo de precipicio o colgando de un hilo emocional.

La emoción particular de la nostalgia y melancolía actúa de diferentes maneras con diferentes casos. ¿Por qué hay duelos más fuertes que otros? 

Duele similar el perder al amor de tu vida, que a un ser querido que partió de este mundo; de alguna forma ambos se desprendieron de ti, porque en nuestra realidad son personas que culminaron su ciclo, allí el dolor.

Es más fácil el perdonar errores a quien falleció que a quién solamente salió de nuestras vidas, como si esta parte de morir fuera un pase directo al perdón por el hecho de extrañarnos, y de alguna forma es mentira y cruel. Que la acción de morir sea la única forma de encontrar un perdón puro de nuestros actos, y lo dijo Ana Frank, los muertos reciben más flores que los vivos, porque el remordimiento es mayor que la gratitud.

Eso no significa que nuestro duelo sea menor, de cualquier forma es perder, y eso es extrañar; añorar la presencia de quien estuvo en nuestro mundo, ahí el porqué nuestra existencia se convierte más complicada a raíz de una pérdida; tenemos que aprender a vivir de nuevo, solo que sin alguien que era parte del plan. Es desgastante el continuo reinicio de nuestras vidas solo por perder.

Mientras resolvamos el dilema de si es correcto extrañar o no, te seguiré recibiendo todos los años, y reafirmándome que siempre serán noviembres sin ti.

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