Enero
Lunes:
Hola, me llamo Peter, tengo 16 años, estoy escribiendo esto en una agenda que me dieron mis padres, hoy comenzó el año, así que no me queda nada más que decir: “feliz año nuevo” jajá, aparte de eso hoy, es el último día que paso con mi familia, mis padres decidieron que internarme en una universidad extranjera sería buena idea, sé que tengo 16, pero obtuve una beca allí y no podía desaprovecharla, a pesar de todo no me puedo quejar, es una buena universidad, me van a llevar al aeropuerto en una hora, lo cual sería a las 2:30,después del almuerzo, estoy alistando mis maletas justo ahora, tome una foto que estaba en un cuadro pequeño, era la foto de mis padres, y mi hermano y yo, cuando teníamos 12,esa foto me hacía recordar muchas cosas, sentí que una lagrima se caía de mi mejilla y manchaba la ropa que estaba en mi maleta, suspire y luego puse la foto en mi maleta, no podía irme sin esa foto, me seque las lágrimas y baje a almorzar, me senté junto a mi familia, mientras comía veía como mis padres y mi hermano me veían orgullosos, supongo que era por obtener una beca en una universidad del extranjero, más precisamente de E.E.U.U ,pero a pesar con verme con rostros de alegría, sabía que estaban tristes por dentro, al igual que yo lo estaba, quería que ese almuerzo durase para siempre, pero lamentablemente nadie podía controlar el tiempo, cuando el reloj marco las 2:30, ya no podía hacer nada.
Me levante de la mesa, mi hermano, Walter, se acercó a mí, me abrazo y me dijo:
-Walter: Sé que te ira bien Peter, pero de todas maneras, buena suerte.
-Yo: Gracias, y Walter… recuerda que esto no es un adiós, es tan solo… un hasta luego.
-Walter: Lo se Peter, lo se…
Lo abrase al igual que él, créanme que…fue difícil, decirle eso a Walter, era casi igual a decirle que no lo volvería a ver, pero sabía que si lo haría, es complicado de explicar, solo espero que lo entiendan, si alguien llega a leer esto. Abrase a mis padres, luego escuche el claxon del taxi que ya hacia esperándome afuera, cogí mis maletas y abrí la puerta, antes de que saliera Walter me cogió del brazo y me dijo:
-Walter: Ten, para que me recuerdes.
Me abrió la mano y me entrego algo, no sabía que era, me dijo que no lo viera hasta que llegara al hotel, lo abrase y ya no pude contener el llanto, grite con una voz quebrada:
-Yo: ¡Hasta luego, los extrañare los extrañare!
Corrí hacia el taxi, abrí la puerta y entre, abrí la ventana y moví la mano en forma de despedida, no abrí la mano, puse lo que me dio Walter en el bolsillo de mi chaqueta.
Cuando el taxi llego al aeropuerto baje con mis maletas, pensando en que era lo que me había dado Walter, pero tenía que cumplir lo que me dijo, no lo iba a ver hasta que llegara a mi hotel, seguí caminando hasta llegar a la recepción del aeropuerto, deje mis maletas ahí y luego note que habían algunos asientos vacíos en la sala de espera, solo faltaban 4 minutos para mi vuelo, valía la pena sentarme un rato
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