Concientizar a los usuarios de redes sociales sobre la prevención del ciberacoso hacia la mujer en los últimos 10 años. Consideramos que el uso excesivo de las redes sociales y dispositivos móviles en los jóvenes o adolescentes revela la poca comunicación que los padres tienen con sus hijos sobre el manejo de redes sociales y la precaución que deberían tener con ellas si se usan de forma incorrecta, así como las consecuencias que podrían ocasionar. Por ello, indicamos que las mujeres deberían evitar el envío de información personal en las redes sociales, ya que pueden ser víctimas de violencia cibernética.
En la última década, Cárdenas (2024) destaca el preocupante aumento de la violencia digital contra las mujeres, manifestada como ciberacoso, difamación y la divulgación no consentida de contenido íntimo. Estas acciones son perjudiciales para la reputación y afectan la salud mental de las víctimas. La expansión de las plataformas en línea ha ampliado el alcance de la violencia de género, manifestándose de distintas formas. Por lo tanto, estas acciones no solo dañan la salud mental de las víctimas, sino que también contribuyen a normalizar la violencia contra la mujer. Consideramos que la forma en que el acosador ataca a la víctima es realmente cruel, porque, además de marcar para siempre, puede que este material quede indefinidamente en las redes sociales, afectando la reputación y seguridad de las víctimas. Debido a esta problemática, podemos observar los distintos ataques a la desigualdad de género.
Unicef (2024) señala que la violencia cibernética contra la mujer tiene diversas causas, como la búsqueda de reconocimiento y aceptación, la falta de empatía y la baja tolerancia a la frustración por parte de los agresores. La tecnología y las redes sociales también juegan un papel importante al proporcionar plataformas para llevar a cabo el acoso a través de un supuesto anonimato. La falsa sensación de anonimato que brindan las plataformas digitales hace que los perpetradores se sientan protegidos por el velo del anonimato. La facilidad de difusión que ofrecen los smartphones y ordenadores permite que el contenido se propague rápidamente y alcance a una amplia audiencia en cuestión de segundos, lo que facilita la propagación del ciberacoso y dificulta su control. La falta de supervisión por parte de adultos, ya sea en el hogar o en la escuela, permite que se cometan delitos de violencia cibernética sin consecuencias. Los conflictos interpersonales, ya sean en el ámbito escolar o en el entorno social, pueden desencadenar episodios de violencia cibernética a medida que las personas buscan desquitarse o tomar represalias. La presión de grupo puede influir en el comportamiento de quienes se conectan a internet, llevándolos a participar en actividades de ciberacoso para encajar o impresionar a sus iguales. La desigualdad de poder nos muestra que los abusones buscan dominar, controlar o intimidar a aquellos que perciben como más débiles o vulnerables. En este caso, a través de la violencia digital, la desensibilización a la violencia hace que la exposición constante a contenido violento o agresivo en los medios de comunicación y en línea pueda desensibilizar a las personas sobre la gravedad de la violencia digital, normalizando este tipo de comportamientos. Identificar estas causas y factores de riesgo es fundamental para desarrollar estrategias efectivas de prevención e intervención contra el ciberacoso.
Como consecuencia de la violencia en línea, las mujeres sufren graves daños psicológicos, físicos, sexuales, emocionales, económicos, laborales, familiares y sociales. Las manifestaciones y consecuencias de esta violencia pueden ser muy variadas dependiendo de la forma que tome; por ejemplo, sentimientos de depresión, ansiedad, estrés, miedo o ataques de pánico en casos de violencia cibernética, intentos de suicidio por parte de mujeres afectadas por la distribución no consensuada de imágenes sexuales o perjuicios económicos ante la pérdida del empleo como consecuencia de actos en línea que desprestigian. Se ha comprobado que, como parte del proceso continuo de violencias de género, los daños causados por actos en línea no difieren de los efectos que tiene la violencia fuera de internet, sino que inciden a corto y a largo plazo en todos los ámbitos del desarrollo individual de las mujeres, como su autonomía, privacidad, confianza e integridad. Desafortunadamente, persiste una comprensión inadecuada de la seriedad de las consecuencias y los daños que la violencia en línea causa en las mujeres, daños que muchas veces se consideran «no reales» porque se verificaron en internet. Esto refleja un entendimiento erróneo del proceso continuo en que ahora se desarrolla nuestra vida, así como de las características de la serie de formas múltiples e interrelacionadas de violencias que viven mujeres y niñas en sus interacciones sociales.
Creemos que es fundamental recopilar datos rigurosos sobre la radiografía de la violencia digital en el Perú, ya sea fortaleciendo algunas iniciativas existentes, como la plataforma “No al acoso virtual” del MIMP. Estas deberán prestar atención a la naturaleza particular de la violencia digital, sus efectos inhibitorios en el uso de la tecnología, y la dificultad en su persecución y sanción. Por lo tanto, Tosso y Ruiz (2022) buscan concientizar sobre la problemática del ciberacoso en las mujeres con campañas publicitarias en los medios digitales, ya que en algunas ocasiones los círculos de amistades son afectados por esta problemática, enseñando el femvertising, que se encarga de generar el empoderamiento de las mujeres y buscar el amor propio en sí mismas. Así mismo, Unicef (2024) desempeña un papel fundamental en la prevención del ciberacoso mediante iniciativas educativas que promueven un entorno en línea seguro y saludable para los niños, niñas y adolescentes.
Finalmente, observamos que la violencia cibernética contra la mujer en los últimos 10 años es definitivamente un acto alarmante que refleja la vulnerabilidad de las mujeres. En el ámbito digital, nos demuestra la carencia de valores y normas que las regulen. Por ello, es probable que el problema se agrave, aumentando el riesgo de consecuencias para la salud mental de las víctimas. Además, podría permitir que los acosadores actúen con mayor impunidad, continuando con el abuso en las redes sociales. Recomendamos aplicar medidas de protección de la información confidencial en tus redes.
Cárdenas, C. (10 febrero, 2024). Violencia digital en Perú: Mujeres en el blanco. Enfoque Derecho.https://enfoquederecho.com/violencia-digital-en-peru-mujeres-en-el-blanco/
Caycho, Y. (12 Abril, 2023). Ciencia y Tecnología, El 74% de adolescentes peruanas sufrieron algún riesgo en internet. Diario El Peruano https://www.elperuano.pe/noticia/209898-el-74-de-adolescentes-peruanos-sufrieron-algun-riesgo-en-internet
Gaspar, R. (7 marzo, 2024). Combatiendo la violencia digital. Reflexiones en el #8M. Hiperderecho.https://hiperderecho.org/2024/03/combatiendo-la-violencia-digital-reflexiones-en-el-8m/
Syneidis (26 febrero, 2019). Las problemáticas del ciberacoso, sus consecuencias y cómo afrontarlo. https://www.syneidis.com/es/problem-ciberbullying-consequences/
Unicef (17 abril, 2024). Ciberacoso impacto, que es y cómo detenerlo. https://www.unicef.es/blog/educación/ciberacoso-que-esimpacto-y-como-prevenirlo/
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