No puedo
no diría nada nuevo
no saldría de las figuras y metáforas
dichas por escritores y por tanto iluminados de las palabras.
Amar es comprender de antemano, que habrá que morir un poco,
de uno mismo, de sueño, de deseos, de placeres, para entrar en otro mundo
no mío, no conocido, no puro, no sano, nuevo y deseado.
Es imposible, decir algo que no se haya dicho de tantas maneras,
amor, ese inconfundible sentimiento y compromiso con lo desconocido, con lo deseable,
con lo ideal.
Maldita palabra, que se transforma en olvido, que deja de ser ideal, que se atrofia, que
se oscurece, y que sigue siendo amor aún, en el rellano, en la discordia,
en la enfermedad, en la decepción.
Amar es como morir también,
es llorar sin consuelo cuando afloran los recuerdos
es vivir, sólo porque respiramos.
Amar es encontrar en una imagen la síntesis del vínculo
que nos une y nos hace invencibles.
Amor, no puedo escribir sobre ti.
Puedo creer que lo hago. No es así.
Eres perfecto, inabarcable, inexacto y a la vez, imperfecto, limitado y preciso.
No creo haber sabido de ti, solo pude ver alguna parte, diminuta y sesgada,
que no es más
que mi verdad.
Amar es una virtud,
que muy pocos han conocido y han honrado,
no puedo hablar de ese amor,
aún no lo he conocido.
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