Quiero pretender que hoy es una tarde cálida, que estoy descansando del agitado día, que mi cuerpo esta relajado igual que las hojas de los árboles, donde la brisa recorre mi existencia creando un sitio agradable y mágico; degustando de un café recién colado, donde la bocanada del aroma y el viento se abrazan de manera perfumante, mi organismo sosegado y desparramado en una cofradía bajo movimientos suaves se confunden con el estremecer de las ramas, oyendo la adulación del aire puro que unido al susurro de la naturaleza de manera íntima y vehemente, me divulgaban un secreto, me estaba agasajando como a un chiquillo en una cuna, sin perturbación, era una alianza mantenida donde el murmullo de la naturaleza formaba parte de ese momento generoso.

En sentido figurado, mis ojos se convierte en el ocaso, mis párpados entra en fase de descenso y caída cerrándose poco a poco, con una pérdida de fuerza, donde mi cuerpo en meditación revelaría el sueño. En este momento de relajo se ama la naturaleza donde sus especies se comunican entre sí, se teje evidencia de especies suspirando por existir, y con el transcurrir de las horas, la luz se difunde a todas direcciones, experimentando que el gran oro se desaparece en la distancia en dirección al oeste, me imagino al mirar al oeste naranja y manzana roja que con sus irradiación han de proporcionar momentos espectaculares.

Sin duda, ese momento sosegado estimula, surgen visiones atesorados de manera incontrolable, con acciones de centinela para viajar en el tiempo, donde el cuerpo viene a integrarse con la selva, el bosque, la sabana y con el espacio mismo, incurriendo en un cabalgar de la arena atesorada corriendo de un lugar a otro sin poderla detener, bello espectáculo para observar, apreciando un caminar pesado por el tullir del rio, donde cada coexistencia en este punto que describo se acopla, convirtiéndose en climas soñados que debemos admirar y que en muchos lugares del planeta no existen.

Llama la atención el pulcro con el desafío a los inmigrantes a instalarse en el Centro-Norte de América del Sur, donde establecerse se hizo historia, con abrigo y coqueteo para preservar su espacio real, su amor es regocijo y deleite como exquisitez basado en esos años de desarrollo y prosperidad que armonizan ese venus de rebeldía a los cambios del ecosistema con la ocurrencia de fenómenos.

Que hermoso es esta parte del mundo, el tener riqueza sin saberlo, tenemos un blindaje de plomo y aluminio, con corazón de diamante y oro, con sentimientos cristalinos y caudal negro presuntuoso, donde nuestra fortuna es cristalina con luces de luna llena y resplandor refulgente que sirven de conforte a los habitantes.

Ciento inquietud en mi cuerpo, creo estar alucinando, ese lugar espectacular se convirtió en volcán en ebullición, soy parte ella, queriendo ayudar pero tengo las manos atadas, soy entre tantas personas como un ser invisible, estoy sumergido en un círculo sin salida, es un escenario de tierra teñida de rojo, donde muchos gritaron gloria al bravo pueblo y auxilio a voz discreta, pidiendo justicia a esos seres que ahora cuya colcha los oculta, donde muchos de los pasos cansados se dirigen hacia otros horizontes en busca de una vida mejor.

En este ensueño veo todo, no hay miedo, aquí logró ser héroes, ya que nada me puede suceder, puedo llegar a sitios increíbles, nada me frena, no hay obstáculo que no pueda superar, convirtiéndome en un ser indestructibles, se siente un gran placer, imaginarse parte activa de este gran sueño para lograr la libertad que una vez tuvimos y que ahora la hemos perdido.

Tuve una consternación, no era un sueño, era la mirada perdida en el espacio mismo, confundiéndose con la atroz realidad, con lágrimas en mis ojos siento que la esperanza y los grandes protagonistas desaparecido, se convirtieron en almas caídas y libertadores de la historia, no hay seguidores que unificado a la cobardía hemos caído en la sumisión de otros, el desplome en el volcán en ebullición nunca serán olvidados, hay confusión, no contamos con armas verbales y coherentes para salir de este conflicto, no podemos esperar que espectadores de otra galaxia hagan la tarea que nosotros deberíamos hacer.

Siento ausencia de esperanza y libertad, estamos anclados en el Centro-Norte de América del Sur, cautivos sin reja, esperando resistir, recordando esos tiempos de gloria y libertad, mirando lo frívolo de nuestra existencia, convirtiéndonos en especímenes sin alma y sentimientos, deambulando mucho de nosotros como zombis a merced del dominio, tenemos carencia de pudor, de conciencia correcta, y nos dejamos llevar por lo vano, cada día robusteciendo una vida de miseria sin poder optar adecuadamente al albedrío, evangelizando el pelaje en una clase de vida miserable.

He aquí lo último, ya estoy consciente, no estaba soñando, todos es real y con preocupación me levanto de la cofradía, situando la mirada en el café, concibo su indiferencia, está frío como mi esperanza, el aroma ya no se abrazaba con el viento, la naturaleza al igual que yo, se paralizó, no se oía el coro del entorno, hay enemigos en mi suelo y esos enemigos somos nosotros mismos, no abrimos la puerta por no buscar la llave, temerosos y conformistas estos hechos habituales es lo que nos hemos ganamos, pero sé que hay ojos de rectitud observando y que con la creencia y esperanza en Dios, veremos volar grandes aves de acero de otro hemisferio en nuestro cielo, que con su destreza desde muy arriba del cielo vendrá liberarnos.

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