La alarma sonó a las 7 de la mañana como era habitual, mi boca tenia un sabor amargo por la mezcla del alcohol y las pastillas, la habitación a su alrededor que un día fue pulcra y organizada hoy estaba hecha un desastre, bien dicen que el alma es el reflejo de el lugar donde habitas, se paro de la cama y vio el rastro de sangre que conducía al pequeño lavamanos y en este vio la cuchilla que había utilizado para quitarse la vida, al voltear vio su cuerpo inerte, pálido y con los labios morados, sin duda alguna había sido la mejor decisión que había tomado. se sentó en la silla que estaba junto la ventana y se dio cuenta que el día era de sus favoritos, frio y con mucha niebla, tal vez era la pequeña recompensa antes de ser castigado por el acto cometido la noche anterior, ahora solo era cuestión de esperar que un vecino entrometido sintiera el mal olor y quisiera saber que pasa o que su casera lo llamara a cobrar la renta, tal vez su madre iba a preguntarse por que no había ido a las cenas del viernes. lo mas importante ya había llegado y era la muerte, el resto era cuestion de tiempo
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