Nec possum tecum vivere sine te

En todos estos años mi vida ha sido como un bucle, en una especie de círculo que, a pesar de avanzar, siempre volvía a su punto inicial. Desde el 2006 te he amado, te he intentado dejar de amar, te he odiado por no poder dejar de hacerlo, he creído olvidarte, superarlo, rehacerme, volver a caer, dejar de sentir, intentar empezar de nuevo y, cuando he creído conseguirlo, tu recuerdo se ha vuelto más nítido y otra vez vuelta al principio.

Después de todos estos años me he dado cuenta de lo que he sufrido, sin ser consciente de ello, muchas veces. Tu recuerdo siempre me ha atormentado. Incluso ahora, cuando debería estar tranquila y feliz, junto a alguien que me trata como una princesa, me cuida, me respeta, me tiene en cuenta y me quiere. Pero, aun así, el recuerdo de lo que fuiste (eres y serás) permanece. Y por ello me siento culpable, por no ser capaz de apartarte de mi mente, por imaginarme otra vez contigo y por esforzarme en no decir tu nombre a otra persona. Porque siento tener que reconocer que me muero de ganas de volver a besarte, te sentirte dentro de mí, de que me rodees con tus brazos. Y, aunque tendría que borrar esos pensamientos porque ya sé lo que es estar a tu lado y sufrir por ello, no puedo evitar que me embriague el deseo de tenerte una vez más. Creo que debería aguardar y esperar qué nos depara nuestro “querido” destino. Porque aunque deseo estar tranquila junto a esa persona que me ama y merece mi respeto, en el fondo no deseo otra cosa que tenerte a ti, aunque eso significaría volver a sufrir al lado de alguien de quien no formas parte de su vida.

No sé si esto es amor, obsesión, deseo, lujuria o es algo que ni siquiera puedo describir con palabras.

“Nec possum tecum vivere sine te” (OVIDIO)