Es otra noche común en la Ciudad de México, más exacta en la colonia Roma. Miranda, una estudiante de preparatoria, regresa de la escuela, cansada y con muchos deberes por hacer. Es una noche como otras; su madre le da un beso, le pregunta cómo estuvo su día, le da de cenar, y finalmente, como todas las noches, Miranda se sienta en el sofá junto con toda su familia: su madre, su padre y sus dos hermanas. Todos observan el televisor… no hay nada nuevo, desde las noticias alabando al gobierno hasta shows genéricos de comedia, novelas románticas y espectáculos de chismes… Nada nuevo.

Es un nuevo día, Miranda se prepara para la escuela, sale, toma el transporte más cercano. Al llegar a la escuela Miranda va hacia donde sus amigas, desde lejos se escucha un gran bullicio, «¿que estarán murmurando?» Se pregunta Miranda, quien al acercarse nota la ausencia de su mejor amiga, Daniela, alguien a quien conoce de toda la vida, como si de su hermana se tratase, al preguntar por ella, nadie sabe nada, solo nunca apareció por ningún lado; mientras más se aleja comienza a escuchar a todos hablando sobre diferentes desapariciones, conocidas que nunca llegaron a casa, conocidas que la única forma que las hallaron fue tiradas, violadas y con moretones por todo el cuerpo, hablando como si de una película se tratara, como algo común y corriente; como era posible que no se hablara sobre esto en los medios?, se pregunta Miranda, quién sigue su camino, llena de impotencia.

Es una noche normal en la ciudad de México, Miranda va de camino a su casa, nota como varios hombres la ven al pasar, lanzando piropos, «tal vez solo estén siendo amables», piensa asustada, intentando no pensar tanto en eso, lo único que puede hacer después de todo, es apresurar el paso.

Es otro día normal en la ciudad de México, Miranda llega temprano a su escuela, como de costumbre; al llegar, todos hablaban de algo con cierta lástima y un poco de extrañes. Daniela, su mejor amiga y compañera, finalmente había sido encontrada tirada sin vida y con moretones por todo el cuerpo, en un callejón bastante lejos de su casa, e incluso de la preparatoria; los chismes no tardaron en correr, ¿qué había ocurrido? «Seguro se escapó con el novio y terminó así», «se vestía como una prostituta, se lo merece», «seguro era una fácil» «¿qué hacía tan lejos de su casa?» «quizás todo esto ella misma lo provocó».

Pasaron los días, y parecía que la policía nunca intento hacer algo, no solo por su amiga, si no por los varios reportes recibidos de casos parecidos por su colonia. Una noche al regresar a su casa, como de costumbre, Miranda de nuevo comenzó a sentir las miradas, los piropos, está vez con miedo, eran varias desapariciones en tan pocas semanas, tenía miedo de ser la siguiente, mientras más lo pensaba más apresuraba el paso, por fortuna ya no faltaba mucho para llegar a su casa… Minutos después se escucha el sonido de una camioneta derrapando, Miranda solo puede escuchar el sonido del motor de la camioneta por última vez junto a dos hombres bajando de esta, trata de pedir ayuda, pero la gente a su al rededor ni se inmuta, ella ya no puede moverse.

Es otra noche común en la ciudad de México, más exactos, en la colonia Roma, una familia se sienta en el sofá, una madre, un padre y sus dos hijas, observan el televisor, esperando que su niña regrese de la escuela…no hay nada nuevo que ver, solo canales coludidos con el gobierno y la corrupción, donde cada día se habla más sobre la vida de los famosos, estrellas de telenovelas, shows de comedia, chismes, sobre como el gobierno ha hecho cosas maravillosas por y para su pueblo y sus avances de este, donde lo más importante es saber quién ganó el partido de este domingo, mientras que se encubre la verdadera realidad y se vive en la ignorancia… Nada nuevo.

Es una noche más en México, un país donde la violencia, la inseguridad, la desigualdad, la impunidad, la corrupción y el machismo forma parte de este país y su gran cultura… Nada nuevo.

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