Música y lugares.

Cuando llegamos al final de la conversación pensamos que fue la mejor decisión, al fin acabo no era un buen momento para continuar con esto. La acompañe hasta el paradero, espere que tomara su transporte y luego me marche. En ese lapso mientras caminaba por aquellas cuadras no deseaba sacar mis audífonos y escuchar algún tema por Spotify.

La verdad que no quería que ningún tema en especial me recordará a todas esas cuadras que incluía a todo ese lugar que muchas veces compartirnos. Así que espere cruzar la avenida principal y recién sacar mis audífonos de mi bolsillo, conectarla a mi celular, activar los pocos datos que me quedaban y escuchar algún tema que me acompañara hasta el paradero por donde pasa mi transporte.

Pensé que no sería una buena idea relacionar esas largas cuadras con algún tema musical. Anteriormente cuando solía despedirme de esa persona, automáticamente, luego que se embarcaba en su transporte, sacaba mis audífonos y caminaba por esas largas cuadras mientras pensaba en lo bonito y especial que fue aquellas horas que compartimos. El escuchar un tema musical en especial y el caminar por ese lugar donde caminaba, conversaba, me reía y me besaba con esta persona, tenía realmente significado en mí. Mi mente no paraba de relacionar algún tema musical con aquel momento vívido.

Pero luego de aquella última conversación realmente no quería escuchar algún tema, me bastaba con pensar solo en no volver a caminar por esa calle, cuadras, en fin, por el espacio de ese lugar.

La música en sí misma no tiene algún significado social, es decir, mientras que no sea compartida y escuchada por otra persona. El compositor, la banda, los músicos, en fin, todo aquel que haya producido algún tema musical sabe que su música necesita ser difundida ya que solo la reacción que le puede provocar a la otra persona que esta escuchando su tema, es el resultado que el músico desea conocer.

Hay gusto para todos, es cierto. Como también es cierto que hay algún genero musical que solo tiene un significado en sí mismo mientras sea escuchado en un lugar y momento determinado. Solo ahí realmente uno puedo sentir que lo que esta escuchando realmente le esta acompañado en ese lugar y momento. Debe ser eso la necesidad por la cual muchas personas prefieren tan solo ponerse los audífonos y reproducir algún tema musical en especial para sí mismos.

Hasta cuando uno viaja en el bus hay momento que preferimos estar sentados o parados, o que sea un día caluroso o un poco friolento, de esta manera uno puede sentir que hay algún tema musical en especial que le pueda acompañar en ese lapso de recorrido.

La música es el nitro de la imaginación y de las ideas. Así como el amor nos hace idealizar e imaginar muchas cosas hermosas con la otra persona, la música lo es también, pero cuando uno no tiene a nadie. Obviamente, si hay amor en dos personas los temas musicales se vuelven sumamente importantes y más significativas ya que en la mayoría de las veces no hay tema que no nos haga pensar y relacionarlo con la otra persona la cual uno siente amor. Es válido también para los sentimientos que no lleguen al nivel de amor.

Después de todo, si vuelvo a pasar por esos lugares no deseo que mi mente y mi estado de ánimo relacione aquellos momentos con algún tema musical en especial. La tristeza y la melancolía sera menos.