MUJERES INDÍGENAS CONTRA EL EXTRACTIVISMO

MUJERES INDÍGENAS CONTRA EL EXTRACTIVISMO

Sahory Silva Gil

15/03/2022

MUJERES INDÍGENAS CONTRA EL EXTRACTIVISMO

Introducción

El cambio climático es uno de los desafíos y problemas ambientales más graves que enfrentamos hoy en día, debido a sus causas y consecuencias globales y al mismo tiempo a sus impactos regionales que afectan a países y grupos socioeconómicos y étnicos en diferentes magnitudes.

Qué está pasando en América Latina

En este sentido, América Latina tiene la menor contribución al cambio climático, con respecto a sus emisiones de gases de efecto invernadero; pero al mismo tiempo es la más vulnerable a los efectos del cambio climático por su situación geográfica, climática, demográfica, la alta sensibilidad de sus activos naturales y principalmente a los extractivismos que se realizan en este sector.

El extractivismo es el problema ambiental y territorial más grave y complejo de América Latina. Aquí se definen como un tipo de apropiación de recursos naturales en grandes volúmenes o de alta intensidad, con la mitad o más de estos recursos siendo exportados como materias primas. Las más conocidas son las exploraciones mineras o petroleras y las exploraciones de alta intensidad como la minería de oro aluvial en la Amazonía.

Esta raza extractivista en América Latina ha motivado a movimientos indígenas, afrodescendientes, ambientales y de mujeres a presionar al Estado y a las empresas para que asuman la responsabilidad por el daño ambiental causado. Estas iniciativas han llevado a algunas conversaciones como el desarrollo de algunas políticas públicas y regulaciones, sin embargo, estas conversaciones están sujetas a los Estados y sus relaciones con las empresas extractivas; esta situación aumenta los conflictos sociales entre comunidades y empresas extractivas, pues cuando se violan los derechos colectivos de las comunidades, aumentarán los índices de violencia y represión contra las comunidades que se oponen a estos megaproyectos.

Así, las mujeres se convierten en los principales objetivos de desplazamiento estratégico que las empresas extractivistas ponen en marcha para eliminar los factores de riesgo en sus proyectos. Las mujeres indígenas son las que se oponen a los proyectos extractivistas, porque estos proyectos destruyen las economías de subsistencia, amenazan la supervivencia de sus culturas y contaminan los recursos naturales, afectando la vida, los cuerpos y las tierras de las mujeres. Los proyectos también están asociados con el aumento de los problemas de salud, la restricción de la libertad y el desplazamiento forzado.

Las mujeres indígenas están a la vanguardia de la lucha por la tierra y la defensa de los recursos naturales, siendo protagonistas de innumerables movilizaciones. Su papel es fundamental como líderes en las protestas, pero también en la protección y mantenimiento de la vida, sin embargo, se enfrentan constantemente a la invisibilidad de su rol y a la marginación social. También se practican formas específicas de criminalización contra ellos, y a menudo se les excluye de la propiedad de la tierra y la toma de decisiones que afectan directamente sus vidas.

Los impactos diferenciados entre hombres y mujeres indígenas están asociados con la división sexual del trabajo. Mientras que los hombres sufren enfermedades profesionales, las mujeres son más vulnerables a las enfermedades asociadas con la exposición prolongada al aire y el agua contaminados, ya que en su papel de proveedoras, las mujeres en entornos rurales pasan gran parte de su tiempo obteniendo alimentos y agua, que son recursos esenciales para el consumo personal y doméstico.

La contaminación del agua y el aire con metales pesados afecta su sistema inmunológico, su salud reproductiva y las malformaciones en los bebés, por lo que los bebés nacidos durante la extracción minera importante pueden tener secuelas en sus cuerpos.

La minería es una de las actividades extractivas más dañinas que contribuyen a la deforestación de los bosques, la desaparición de la biodiversidad y afecta la salud de las comunidades que dependen de los bosques para su sustento, pues esta actividad contamina el agua. El agua contaminada no solo es imbebible para cualquier ser, sino que también afecta a la fauna y flora y, por lo tanto, a la seguridad alimentaria de las personas.

La deforestación también es muy dañina, ya que no solo destruye el ecosistema y la diversidad ecológica, sino que también es una de las fuentes más relevantes de emisiones de gases de efecto invernadero en América Latina, interrumpiendo el ciclo estable del agua que traen los árboles, eliminando la humedad del suelo y causando incendios, sequías y acidificación de la tierra.

Las mujeres indígenas, al ver los graves problemas ambientales que las afectan a ellas y a sus comunidades, ofrecen perspectivas y soluciones para prevenir el cambio climático. A través de la reforestación de los bosques, que es una forma de mecanismo de adaptación para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; las mujeres indígenas también ayudan en la construcción de alternativas económicas, ambientales y sociales basadas en la colaboración y la solidaridad; pero no solo la organización es su instrumento para frenar el cambio climático, sino que también gracias a sus capacidades desarrolladas han tomado acciones concretas en temas de mitigación, prevención y adaptación.

Conclusión

En conclusión, podemos ver el gran impacto negativo del extractivismo en el medio ambiente y el cambio climático en América Latina. Y cómo las mujeres indígenas no solo son víctimas; ya que a través de su valentía y amor por la preservación de los recursos naturales de sus comunidades, se han convertido en agentes estratégicos de lucha y supervivencia frente a los problemas ambientales y el extractivismo.

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