Muero de amor.

Es la nota de mis días cuando canto de alegría,

como lluvia entre las duras temporadas de sequía,

es mi angustia que huyendo ya no vuelve;

como ese beso que no quieres que se acabe,

es su voz suave y yo deseando que me nombre.

Es tantas cosas, tan perfecta, pero no es mía,

tan distante e intocable que hasta me dolía,

tan lejana como un sueño cuando llega el día.

tan ajena, más allá de la muerte, más allá de mi vida,

Yo quisiera tenerte, abrazarte y besarte querida.

¿como hacer? si apenas y me miras,

cada beso que te lanzo se pierde en el viento,

un «te quiero» que no atrapas se vuelve lamento,

te podría decir tanto, pero dame un momento,

tan sólo quisiera navegar en alguno de tus pensamientos.

Estas a unos metros y no puedo evitar pensar:

«contigo sería más dichoso que Demócrito»

me acerco y me derrito, me miras y levito

dejame ser tu sol linvicto, no prometo el infinito,

tan solo me limito a amarte sin freno.

Déjame hacer méritos o amame deprisa,

seré lo que quieras si me das tu sonrisa,

diaria lo que fuera por ser verso en uno de tus textos,

de te quiero pasajeros.

bésame, piensame que también te amaré

indefinible como el tiempo se que así eres,

tan bella que cualquiera sería marinero

sólo para naufragar en tu mirada con poemas de Panero

¿Como se explica un te quiero?

¿Que palabras son precisas y adecuadas

para hacer que me regales un verano en tu cintura?

Déjame vagar por esos labios

y tú pasea en mis manos enamoradas,

que sólo saben de la dicha si te tocan

y sólo sienten la nostalgia si les faltas.