Mis pendientes

Aquella mañana atrapada entre papeles que casi la tragaban encimándose mientras gritaban que estaban pendientes, no había otros ojos más tiernos que le ocuparan la mente, intentaba concentrarse en lo que digitaba, pero ese rostro tan delicado, volvia a la carga, cortando de lleno cualquier hilación que fuera diferente a recordar el rojo de sus labios y su suave toque angelical…

La nube de sus fantasías, se esponjaba con escenas donde sus labios, se acariciaban, pensaba que ni el terciopelo podía competir con su delicadeza, sin darse cuenta, sus dedos delineaban hasta la comisura de ellos, las miradas se cruzaban y su primer impulso era sujetarla por la cintura, con cuidado pero firmemente sus bocas se entrelazaron en un beso profundo, ansiado y tibio.

Pronto sintió la necesidad de consumirla, de dejar su cuerpo y entregarle su alma por completo, deseaba ser sólo de aquel ser que le atrapaba con su luz, que la alcanzaba irremediablemente, podía sentir cómo aquel beso transmutaba en algo más, su perfume la embriagaba, comenzó a besarla más lejos, quizás un beso en su garganta, otro en su cuello, un delicioso roce en sus orejas dejando escapar un suspiro…

Contempló embelesada, como su piel de porcelana se sonrojaba, evidenciando que disfrutaba de aquellas caricias tan superficiales en apariencia pero que las transportaba a otras latitudes, movió sus manos, sintiendo su cuerpo, transitando por sus curvas, disfrutando de su piel que la acaloraba

Sin dejar de besarla en su níveo rostro, abrió los ojos, contemplando su belleza, aquellas cejas que enmarcaban sus ojos entrecerrados, se doblaban expresando satisfacción, su pequeña y hermosa nariz, sus mejillas ahora rosáceas hacían visibles algunas pecas, sus labios entreabiertos, desatando más suspiros, los besó con alevosía, intensificando el contacto, jugueteando con ellos al encuentro de sus lenguas

Te amo… se escapó de su mente, te amo, se salió de su alma, te amo, se grabó en su corazón… te amo, dijeron finalmente sus labios, mientras la besaba completa, consumando sus más étereas fantasías.