Prólogo

Sentir, tu respiración junto a la mía, sentir tus brazos rodeándome la cintura, sentir tus labios pegados a los míos, esa sensación de ser uno solo, las dos almas formando un solo ser.

Amo, perderme en tu mirada cálida, me hace sentir protegida, viva, llena de alegría, ese sentimiento que hemos compartido. Me tomas de las manos y me acaricias la mejilla, solo quiero estar contigo…

Capitulo

1

Ya no recuerdo, los momentos felices que he tenido, todo se desvaneció en un solo un instante, recordarlos me hace sentir una persona desdichada, la persona más sola del mundo, la que se encarga de arruinar el momento indicado.

Los pensamientos invaden mi memoria, cada situación se vuelve un infierno, a veces pienso en quitarme la vida. Es así como paso el mayor tiempo posible, recordando.

En una tarde de abril, cuando salí caminar hacia la orilla del mar, te vi, estabas jugando con tu beagle, me robaste la mirada, por que eres atractivo, y lindo al mismo tiempo. Llevé los pies descalzos hasta la orilla, sentir las olas, y los pies hundiéndose en la arena, camine lentamente hasta el mar, me detuve para contemplar los colores que se encontraban frente a mí. Fue entonces cuando decidiste a cercarte, me miraste por un segundo, lo supe porque sentí tu mirada, al voltear me encontré con esos ojos color miel, como si tus ojos fueran aquel atardecer reflejados en dos hermosos ojos. Supe que nos seguiríamos hablando.

Tu beagle olfateó mis pies y daba vueltas alrededor de mí, buscaba algo lo sabía, me puse de rodillas para acariciar su suave pelaje, me lamió las manos.

-Lo siento, mi perro, a veces suele ser muy cariñoso-

-No te preocupes, también tengo una y no es muy cariñosa- contesté.

Nos reímos, y caminamos juntos en la orilla de la playa, nos conocimos más, intercambiamos números teléfonicos. La pasamos bien, me despedí de ti, pensando en que tal vez tengamos una oportunidad en un millón de volvernos a El despertador sonó a todo pulmón haciéndome sobresaltar de la cama, me arreglé lo más rápido que pude, mamá se enojara si llego tarde a la entrevista de trabajo arreglado por mi tía. Salgo disparada a la cocina, olvidé hacer el super, abrí la nevera y encontré una botella de leche, lo bebí derramando parte en el suelo. Gracias a Dios que ya no vivo con mis padres, se morirían al verme beber en la botella. Cojo las llaves del coche y salgo en dirección a la carretera, aún estoy a tiempo me digo a mi misma para calmar los nervios, buscó un atajó para llegar lo más rápido posible, giro hacia la derecha y sigo hacia la izquierda, perfecto, minutos después me encuentro en la entrada del edificio, paso en la puerta giratoria, es un lugar muy elegante, las secretarias caminando por doquier es un lugar con mucho movimiento, voy en dirección del asistente, le entregó mi carta, doy mi nombre y me dice que espere que me hable.

Los nervios se apoderan de mi en cuanto el asistente me dice que es mi turno. Toco la puerta y me abre una señorita, se retira y me deja a solas frente al escritorio.

-Toma asiento por favor

-La razón, por la que estás aquí, es muy clara, así que dejemos la formalidad para otra ocasión, tu puesto ya la tienes, solo dejame aclartae que en esta empresa no doy segundas oportunidades. Retirate por favor.

Más claro que el agua no puede ser, no me dio oportunidad de agradecerle, es un tipo muy gruñón, claro se debe a su edad, tendrá unos 54 o 57. Una secretaria me lleva a las oficinas donde podre escribir mis artículos, siempre soñé con este momento, ya nada me falta.

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