Mi amiga se llama Blanca

Que idiota soy. 

Estoy harta de las travesuras de mis sentimientos. Me molesta que ahora cuando duermo no puedo hacerlo sin que te atravieses durante mis sueños.

Despierto cada mañana asustada mirando a ambos lados, el sentimiento de la angustia y el miedo de no encontrarte a mi lado aun dormido, me ahoga. 

Tengo miedo de no encontrarte. 

Me miro al espejo y no encuentro a donde ir. La ansiedad me mata, mi mandíbula tiembla. 

No puedo dejar de sonreír. 

Fumando siempre, y con maquillaje en la cara, puedo enfretar el mundo.

Ya no escucho mi tristeza interna, Todo se apagó. 

Bien. 

Cada fiesta es igual, las risas no paran. Me siento feliz ahora mismo. Las luces de colores por toda la casa pasan frente a mi mirada. La puerta se abré y se cierra. 

Sigo sentada en el mismo lugar. Este no era el plan. 

¿Debería huir? o ¿ Adaptarme?

Hablando con una vieja amiga encontré alivio y ella hizo que quisiera correr. 

Me miras buscando una respuesta y yo no digo nada más. Porque todo lo dicho antes fue una respuesta a algo que no querías preguntarme. 

Veo tus ansias de un para siempre y una inseguridad ante el futuro. A mi no me importa lo que esta pasando y no necesito pensar en lo que pasará. 

Mientras Blanca esté conmigo. 

-Driada.