Melody- Capítulo 1

Melody- Capítulo 1

Dayan Banrró

09/02/2019

Capítulo 1- Melody

PRIMERO:

Empezaré a planear un suicidio. Cada día estaré lista para lo que ocurrirá. Haré una lista de cómo es que llegué a este punto. Tantos años y muchas personas a las que les debo esto.

Una de las razones que más me afectaron desde que recuerdo – tal vez desde los 12 años – fue mi apariencia.

Mi papá, amigos y no tan amigos, o solo conocidos, y hasta mis últimos días tú… Jeffry.

Eres la primer persona en la lista no porque seas quien mas daño me hizo, pero en este momento mi dolor es por ti. La persona a la que mas amé, tal vez la única…

-Te tuviste que enamorar de mí en una de las peores etapas de mi vida-

Para que entiendan mejor, haré un pequeño resúmen de lo que sucedía en mi vida cuando él me encontró… porque así fue… él me encontró… ¿O no Jeff?.

Verano del 2015.

Yo vivía sola con mi madre, 17 años hija de padres divorciados, con ocho hermanos de distintas familias – más hermanos de los que debería-

Mi hermana Jessi – quien tambien es parte de esta lista- estaba por divorciarse por una infidelidad que ella cometió. No me soprendió, al parecer ya es algo de familia, pero Jess regresó a vivir con nosotros. Mi mamá se había casado un mes antes de lo que estoy por contar, pero hablaré de ella mas adelante.

Antes de que mi madre se casara, llevábamos meses peleando por un millón de razones. Se que es normal pelear entre madre e hija, pero lo nuestro había llegado al limite de una relación «toxica», para ella y para mí. Decidí irme a vivir con mi padre, mi madre se casó y se mudó con su ahora ex esposo -Lo sé, que ironía-

Me mudé con mi papá, quien ya vivía con una nueva familia; esposa con 3 hijos, tuvieron un hijo juntos, el hermano pequeño a quien adoro. Vivir con mi papá era tenerlo «todo» para algunos. Tenía dinero, ropa de marca, un carro distinto para cada ocasión. Tenía la libertad que cualquier adolescente desea. Mi padre no se preocupaba mucho a dónde iba, con quién estaba o qué es lo que hacía durante el día, la verdad ni si quiera lo veía. Siempre estaba sola…

Cuando me mudé, mi vida cotidiana era ir a una plaza cerca de la casa. Los fines de semana solía ir a un bar con mis amigas de aquel tiempo, un buen lugar para conocer al chavo que jamás imaginé también sería parte de esta lista.

– Nota importante: si eres mujer no vayas a ese lugar, mis recuerdos de ese bar son los comienzos de mi locura. Pero esa historia la dejaré para la segunda persona en la lista-

Yo tenía un novio al que ya había engañado muchas veces – era una niñita-, empecé a salir con un chico que me destruyó -estúpida niñita-. En mi dolor de adolescente, junto con la vida sin rumbo que llevaba, respecto a que en realidad no tenía un lugar fijo en dónde dormir; a veces dormía en casa de mi madre, donde mi hermana hacía fiestas, puesto que mi madre se había mudado con su esposo ¿recuerdan?. Otras veces me quedaba en casa de mi papá – mi nuevo «hogar»- o con mi mejor amiga Blair – ella tambien esta en la lista- Otras veces en casa de desconocidos, ya se imaginaran…

En fin, mi vida era un total desastre. Nadie se preocupaba por mí, mucho menos yo.

Con mi corazón ingenuo y roto, conocí a la persona número uno… Jeffry.

La historia que él y sus amigos me contaron, es así; él trabajaba en la plaza a la que yo iba casi todos los días. Él me veía pasar muy seguido, y quería conocerme. Un día por cosas del destino, encontró una foto mía en internet, y así empezó todo…

Salímos, nos enamoramos, y al menos yo, lo amé intensamente. Es inefable la forma en que lo hice. Yo no conocía el amor honesto, una entrega total. Pero si tengo que definirlo, sería lo que sentí por él.

Si escribiera un libro, podría escribir nuestra romántica y estúpida historia. Pero como dije, esto no es un libro, y no se trata solo de él.

– Así como yo te amaba me hiciste creer que tú también lo hacías. Aunque no fuiste la persona que más daño me hizo, fuiste el que me creó…»Melody». El inicio de los peores y por supuesto los mejores momentos de Melissa-

Regresemos a la principal razón… la obsesion con mi apariencia.

En el paso de los años, siempre escuché a todos decirme; «eres muy delgada», «estas engordando», «pareces enferma», «debes comer más», blablablá…

Sabemos que nunca le daremos gusto a alguien. Bueno, al menos hasta ahora lo se, así lo fue con mi apariencia.

-Cuando te conocí a ti, parecía gustarte tal y como yo era, pero te empezaste a fijar en mi forma de vestir. Nunca te daba gusto. Me hiciste una chica deportista, y no digo que eso sea malo, pero lo hiciste mi prioridad, y no por gusto, si no porque solías decir que tus novias debían verse bien contigo. Tenía que comprar ropa de tu gusto. Jamás estuviste satisfecho. Hiciste que me olvidara de las cosas mas importantes. Perdí lo mas valioso de mí por tu culpa… Yo vivía por el amor, me encantaba la idea de » amar y ser amado», encontrar a la persona correcta. Tú fallaste. Me hiciste sentir pequeña.

Claro que mi apariencia no fue el único problema; decidías por los dos, yo nunca podía opinar y si lo hacía recibía esa cruel mirada tuya, despreciando cada palabra que salía de mí, no necesitabas decir nada, tan solo una de esas miradas decían «Cállate». Si te veía muy poco tiempo en la semana por nuestra distancia, a veces decidías simplemente no verme. Yo iba por ti hasta donde estuvieras, por solo 5 minutos más contigo, cuando llegaba a ti encontrabas la forma de humillarme frente a todos, gritandome y echandome de tu casa, solo te dabas media vuelta sin decir adios.

Luego comenzó lo peor, empezaste a mentir, amenazarme, agredirme fisicamente y a insultarme, diciéndome «que inmadura», «pendeja», «nunca llores frente a mi», » que débil eres»…

Necesitabas condicionarme, me cambiaste a tu manera, construíste la novia perfecta. Al punto de tener que pedirte perdón por algo que yo no tenía culpa.

Pero estoy alargando mucho el principal problema. Meses después cuando empezamos a vivir juntos, yo ya había cambiado. Decidí que no alimentarías más el odio que tenía hacía mí, por no darle gusto a nadie, pero aprendí el deseo de una «venganza»…

Me aferré a mis sueños e ideas, no gracias a tí, como sueles decir, si no porque me dí cuenta que Melissa empezaba a morir y no quería que eso pasara…

Creí que cambiarías, esperé mucho tiempo por ti. Pero la idea de vengarme alimentó mi mente. Te engañé mil veces con alguien distinto cada dia y noche, en nuestra propia cama. – Creo que recuerdo a unos cuantos de tus amigos. No se, tal vez… ¿tu mejor amigo? o ¿esos compañeros de nuestra casa?. Deberías escoger bien a tus amigos querido…

Jamás te diste cuenta… dejé «mi nobleza» o mejor dicho, mi ingenuidad para empezar a soportarte, y aprender a sobrevivir junto a ti.

No olvido el día en el que te diste cuenta del daño que me estabas causando. Me pediste perdón, lloraste a mis pies diciendo que me amabas. Decidiste ser más lindo conmigo. Pero… ya era tarde Jeff… ya estaba hecho… y lo siento, pero jamás pude perdonarte.

Entonces quiero morir viéndome «linda» por ti.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS