Medio Oriente y la mirada de la educación occidental. 
El cerebro es un músculo que se ejercita para mejorar su funcionamiento. Occidente nos ha ejercitado sobre oriente desde una postura de la negación, es por eso que cuando una persona desconoce algo, por reacción natural, cuando lo tiene delante, le teme.
En el período de la guerra fría se implementó por parte de Estados Unidos la caza de brujas. El término “caza de brujas”, utilizado de forma genérica para acusar a aquel gobierno que persigue a sus oponentes políticos en nombre de la seguridad nacional, tiene su origen en un episodio de la historia de Estados Unidos, cuando entre 1950 y 1954, en un contexto de guerra fría particularmente tenso (la Unión Soviética había experimentado con la bomba atómica, Mao llegaba al poder en China y comenzaba la guerra de Corea) y con la opinión pública exigiendo mano dura contra el bloque soviético, el senador por Wisconsin Joseph MacCarthy, bajo la excusa de proteger al estado, desencadenó un proceso de acusaciones, denuncias y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas y homosexuales, considerados subersivos por naturaleza.
Una docente de la cátedra de Historia Americana en la facultad nos dijo, EEUU dejo de intervenir militarmente cuando paso a hacerlo a través de los medio. Es un método más efectivo por la posibilidad de repetición y no tiene costó humano.
Nuestro sistema educativo determinó que no teníamos que saber sobre «ellos» o mejor dicho «los árabes», creando un imaginario colectivo del desconocimiento.
Luego del 11S, la nación del norte, volvió a poner en uso su mejor arte, la colonización, pero ya en el siglo XXI, no hace falta colonizadores, carabelas y espadas, el proceso se hace desde los medios y la educación.
En ningún libro de sociales se realiza un acercamiento a la cultura árabe, y los medios masivos de comunicación que vemos de occidente, no se molestan en mostrar la cultura, sino como de costumbre crean un ideario sesgado.
¿Qué hacer entonteces para combatir el sesgo informativo? El contenido escrito no tiene las mismas limitaciones que el contenido audiovisual. Por eso, los autores y periodistas deberían esforzarse por presentar ciertos aspectos de los debates historiográficos –aunque sea de forma parcial–. Presentar el espectro de opiniones disponibles sobre el tema, mostrando, de ser necesario, como estás fueron cambiando en el tiempo. En el espacio periodístico, este es un ejercicio muy educativo que no requiere obligatoriamente del detalle y rigor empleados en el sector académico. Con introducir varios puntos de vista alcanza, presentando los argumentos, y varios referentes para personificar a cada uno de ellos.
Por lo tanto, si desde el sistema de educación formal, a lo largo de la trayectoria académica de un estudiante no se realiza un acercamiento a la cultura oriental y la que se le ofrece por medio de los medios de comunicación es sesgada, la posibilidad de que se genere interés por ese otro mundo, es relativo.
Si uno recorre los aprendizajes propuestos en la currícula, puede constatar la colonialidaddel saber.Acción realizada por el neoliberalismo, que no solo es una teoría económica, sino el discurso hegemónico de un modelo civilizatorio, o sea , una extraordinaria síntesis de los supuestos y valores básicos de la sociedad liberal moderna en torno al ser humano, la riqueza, la naturaleza, la historia, el progreso, el conocimiento, etc.
Revertir esta realidad, implica una deconstrucción de un modelo simbólico, donde oriente deje de ser el “otro”, para acercarlo a nuestra realidad y potenciar el deseo de conocer ese mundo hasta ahora lejano y bárbaro.
Licenciada Verónica Mendizábal
Bibliografía
Lander, Edgardo (2003) La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Editorial CLACSO. Buenos Aires. Argentina.
En Internet:
https://diariojudio.com/opinion/gaon-reflexiones-de-un-argentino-sobre-medio-oriente/246279/
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