Un golpe más. Otra vez me siento noqueado, sin ánimos, sin ganas de levantarme; preguntándome: ¿Por qué la vida juega conmigo? ¿Acaso no he sufrido suficiente? No sé. A veces pienso que el camino más fácil es rendirse, tomar aquella botella de whisky y, junto a esas pastillas, dejar que se consuman y así también lo hará mi vida. ¡Ya qué!Aquí estoy encerrado con mis pensamientos, sin saber qué hacer; lloro y solo pido que todo acabe.
OPINIONES Y COMENTARIOS