¿ME LO MEREZCO?

¿ME LO MEREZCO?

Angel Israel

12/03/2018

Todo estaba en calma, la gente engullía sus alimentos o platicaba con alguien, en cambio, Sergio ya llevaba tiempo esperado; ese siempre ha sido su lugar favorito en todo el mundo y por eso le eligió para la primera cita; “no está bien” pensó “pero me lo merezco”; el pequeño racimo de campanillas de latón sobre la puerta de entrada se puso a repiquetear, cuando se hubiesen calmado las campanillas una chica pelirroja y lacia entró al lugar, iba vestida con un vestido floral y unos zapatos de un beige muy claro, sus labios, pintados cual carmesí, y unos ojos azules muy vividos; su piel, blanca cual papel, reflejaba la luz que atravesaba los cristales, dándole un brillo como de película “solo verla valió la pena” se miraron un largo rato y ella se acercó a la mesa

—hola —dijo dirigiéndose a Sergio— tu debes ser “Serch1451yondaime”, es un gusto conocerte —tomó asiento y ojeó un rato la carta— ¿Qué pasó? No me digas que no tienes tema de conversación, tu siempre empiezas

t-tu, eres muy he-hermosa —y rió un poco

volvamos a empezar, hagamos como si no nos conociéramos ni por Internet, mi nombre es Fernanda.


Abandonó a Fernanda en medio de una interesante conversación sobre sus gustos musicales, cuando recibió una llamada, una sola palabra le hizo dejar todo en la mesa y salir corriendo, Zoé, su novia, había sido herida de gravedad durante un intento de asalto; el día se había nublado y los grises edificios le daban un aire triste a la cosa. Llevaba un largo rato corriendo y por fin logro ver el hospital a lo lejos “¿por qué lo hice? si no lo hubiera rechazado…”

Al llegar al hospital muchos lloraban, otros rezaban y unos cuantos tenían la mirada ida, como si hubiesen visto morir a alguien. Entró al cuarto y su madre era la única dentro

la apuñalaron —dijo— si tan solo no hubieras cancelado el desayuno con mi hija…. —empezó a llorar y salió del cuarto

se sentó en la orilla de la cama y la miró a los ojos, los cuales seguían en trance desde el accidente, probablemente estaba en coma.

—se que estas ahí —dijo Zoé— gracias por venir, sabes, llegué a creer que no vendrías, cuando sucedió sentí como si mi alma se aparase de mi cuerpo y volase hasta nuestro restaurante favorito donde estabas con una chica pelirroja, pero eso no era posible, tu estabas en el funeral de tu abuelo. Me dicen que fue mi conciencia mostrándome mis mayores temores, tu nunca me harías algo así, ¿verdad?. Te agradezco por siempre estar junto a mi, aunque lo le agrades a mis padres yo se que me quieres mucho y yo….

¡basta! yo no quería esto, tus padres me pidieron que fuera tu novio para que dejaras de estar sola y deprimirte ¡basta!, lo que viste es cierto, encontré a alguien que en verdad me agrada y no todo el tiempo esta hablando de como salvó ballenas o un pajarito ¡o cosas así!. siento mucho lo que te pasó pero me tengo que ir, espero que te recuperes

una lagrima resbaló por la mejilla de Zoé, ningún dolor se parecía a ese, se quería morir. Sergio salió a toda prisa para poder alcanzar a Fernanda en algún parque; lo último que escucho fue un hombre hablarle, y a continuación un grito de lamento.


El 13 de marzo de 2018 llovió como nunca antes, el cielo se puso su ropa más oscura por su muerte, una muerte solitaria, como lo había sido su vida. solo dos personas asistieron a su funeral, su madre y una mujer morena; Sergio murió atropellado al cruzar la calle fuera del hospital, antes de cruzar un hombre encapuchado le susurro al oído: “le quitaste la vida de sus ojos, ahora tomaré la tuya para salvarla y regresarle lo que le quitaste, la felicidad de vivir


FIN

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