Marzo viene con fuerza,
atraviesa la puerta con una mirada diferente
es como si el viento entrara,
se estrellara contra tus dientes,
y me transportara a un nuevo ambiente.
Abro los ojos y me invade la desorientación,
le busco las razones a esta inesperada inclinación
e inconscientemente busco múltiples maneras
de otorgarme protección.
Su pelo rozando mi rostro,
su respiración cada vez más lenta,
sus ojos ya no expresaban lo mismo.
Pestañeé una vez y pasaron de expresar amor
a suplicar ayuda y provocarme temor.
Te recordaré todos los días de mi vida
gracias por toda la felicidad transmitida,
esperaré el momento en el que nos reencontremos
y así darte una cálida bienvenida.
-Victoria.
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