Los ruiseñores entonando sus plegarias

Los ruiseñores entonando sus plegarias

MAD

30/07/2021

Venecia, Estambul, París, 

el paraíso, el cielo, 

las fronteras del pensamiento, el amor, 

las guerrillas de su cuerpo y el mío, 

los silencios de la muerte, 

el presagio de otoño, 

la decisión de esa noche, 

los vértigos atiborrados de telarañas, 

los miedos paulatinos, 

los epitafios remendados, 

los ruiseñores entonando sus plegarias, 

los ansiosos anquilosados por su ausencia, 

las pretéritas corridas, vértigo en la alcoba.

La muerte de los miserables, 

el nacimiento de su boca, 

besos, abrazos, 

sus sueños, 

los muelles de su cuerpo, 

las mentiras con candados, 

los cerros de mi pueblo, 

los engaños con cerrojo, 

los huesos calcinados, 

la huella en sus pisadas, 

un tren de madrugada, 

el velo en su mirada. 

El veneno que no bebo, 

el elixir que si bebo con sus labios en los míos, 

la guitarra que resuena en mi reducto.

La losa de ese avión enraizado, 

sin despegue, sin el brindis, sin las copas llenas, 

los perros corriendo por el patio, 

la cocina sin olor de sus virtudes, 

ella y yo, una en uno, 

la habitación y el amor.

Venecia, el bote sin remos, 

la ausencia en mi mano, 

un juntos que agoniza, 

Venecia en la retina 

y tu, otrora hermosa mía, 

llenas esta historia de nosotros.

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