Los Pollitos coloridos

En un criadero de gallinas a las afueras de la ciudad, en un día de verano soleado y hermoso como ningún otro los cascaroncitos comenzaron a tronar ¡CRAACK! Se oía por aquí y por halla, los pollitos comenzaban a asomar sus pequeñas cabecitas, sus ojitos daban por primera vez un vistazo al exterior. Wiffi quien aun seguía en su cascaron, comenzó a escuchar como sus vecinos ya comenzaban a conocer que había fuera de esas pequeñas capsulas obscuras, “también quiero salir” se decía a si mismo y se daba ánimos cansado de esperar comenzó a picotear su cascaron ¡TOC TOC TOC! Se oía en su cascaron, cuando los pollitos se percataron de sus esfuerzos se acercaron ayudar “¡Te sacaremos de ahí!” le decían para darle ánimos, Wiffi en un ultimo esfuerzo tomo aire y con todas sus fuerzas volvió a intentar, sus esfuerzos valieron la pena “lo liberamos lo liberamos” cantaban sus pequeños vecinos, Wiffi quedo impactado, no es como mi madre me lo conto, el lugar tenia poca luz, olía muy mal, no había ni un poco de pasto o flores hermosas de todos colores como el se lo imaginaba.

Wiffi despues de un rato de observar se puso de pie dispuesto a hallar ese lugar hermoso del que le hablaron estando dentro del huevo, sus piernitas le tambaleaban como las ramas de los arboles cuando las mueve el viento, dio un pequeño saltito que le fue suficiente para salir de los restos de su cascaron, “muévete”, “permiso” ,“fíjate ten cuidado” se oía por doquier Wiffi solo observaba como los pollitos se empujaban entre si intentando avanzar aquí voy se dijo así mismo y se unió a la manada de pollitos, después de un rato de empujar y ser empujado logro llegar a la orilla “ ¿esta pared llena de rayitas esta muy rara no? “ se preguntaba que seria y después de pensar un decidió asomarse quedé impactado de lo que vio el lugar estaba lleno de cajitas con paredes de rayitas llenas de más pollitos confundidos como el, todos se preguntaban donde estaban sus madres, el ambiente era aterrador pasaron las horas y llegó la noche, todo quedó en completa oscuridad y en el lugar empezó a hacer un frío de antártico los pollitos comenzaron a juntarse para generar un poco de calor, claro, que wiffi no se quedó atrás y se acurrucó junto a los nuevos amigos que había echo pero el frío era tan fuerte que costaba dormir.

La mañana siguiente desde temprano ya había muchos pollitos despiertos y otros no volverían a despertar de ese largo sueño en el que se habían sumergido la noche anterior, Wiffi se hacerca a la orilla y se percató que faltaban más cajas que las que había la noche anterior, cuando derrepente el piso comenzó a moverse ¡“estamos volando”! Gritaban todos dentro de la cajita, el paisaje cambio de repente, el piso era gris y frio y estaba cubierto de un líquido rojo que escurría por todos lados. Wiffi observó que alguien sostenía su caja “el nos mueve” pensó, mientras lucía asustado por el aspecto del hombre, era alto como un árbol, y daba miedo como los halcones, ¡POM! Aterrizaron en un lugar muy alto que estaba mojado, y a los lados habían unas bolsas negras que olían muy mal, Wiffi asustado se acurrucó junto a sus amigos muchas garras comenzaron a entrar en la caja y a sacar pollitos, cuando una de ellas tocó a Riff uno de los pollitos que a pesar de tener el ala rota ayudo a Wiffi a salir del cascarón ¡“VOY CON MAMÁ”! grito con mucha felicidad mientras era alzado y echado en una de las bolsas negras, y así muchas garras comenzaban a alzar a más pollitos que estaban heridos o con algún problema de salud o bien, a los que no salieron dela Antártida la noche anterior, y Wifffi solo pensaba yo también quiero ir con mi mamá, llévenme también se decía.

Riff entró junto con otros compañeros a la bolsa, esta llena de otros pollitos que al igual que el estaban heridos o tenían otros problemas de salud, cuando de repente la bolsa se cerró de la nada y otra vez estaban en completa oscuridad todos los que estaban dentro sintieron un movimiento indicando que se alejaban del lugar donde se encontraban, después de un rato de camino comenzaron a balancearse de atrás hacia adelante en repetidas veces hasta que empezó a ser más fuerte, cuando hubo alcanzado suficiente impulso y velocidad para dar una vuelta entera, el hombre que los columpiaba, con toda su fuerza azotó la bolsa contra el suelo ocasionando que más de la mitad de los pollitos dentro de la bolsa comenzarán a agonizar. Riff sintió el zangoloteo de la primera vez y logro amortiguar el golpe con los pollitos que estaban debajo y delante de el, miro alrededor y vio morir a muchos de sus amigos a su lado sin poder hacer nada para salvarlos, la bolsa comenzó a balancearse de nuevo y todos estaban muy asustados, Riff sabía que no saldría de ahí y no volvería a ver a su madre había perdido la esperanza, así que solo cerro sus ojos y comenzó a recordar aquellos momentos donde estaba dentro del cascarón y su madre le cantaba y le contaba historias de cómo era el mundo exterior y las grandes aventuras que le esperaban, la bolsa volvió a azotarse de nuevo contra la pared causando que el cuello de riff se rompiera, los últimos minutos que estuvo vivo fue feliz y su última lágrima se derramó como si fuera una gota de lluvia sobre un desierto.

Mientras tanto, un poco menos de la mitad de los pollitos que estaban con Wiffi las garras se los habían llevado, pero los pollitos aún no perdía la esperanza de salir de ahí y regresar con sus madres, Wiffi estaba confundido su madre nunca le había hablado de esas cosas ¿ eran esas garras que levantaban a sus amigos en el aire? ¿A dónde se los llevaban?, Esas preguntas inundaban su cabeza, pero sus hipótesis fueron interrumpidas cuándo otra vez la cajita donde se encontraban empezó a trasladarse de nuevo, se dirigían a un lugar desconocido al que probablemente nunca habían estado, ese lugar daba muy mal aspecto no parecía para nada un lindo campo con flores, el lugar era frío, obscuro y había de ese líquido rojo que olía mal por todos lados, no importaba hacia dónde miraran siempre era igual el aire que circulaba por los pasillos provocaba escalofríos el sacudido constante de la caja al transportarse causaba náuseas a los pollitos.

Después de un rato llegaron a una nueva habitación igual que las demás, esta era más grande sin embargo conservaba ese aspecto aterrador de las anteriores, las garras estaban ahí de nuevo y comenzaron a pasar uno a uno a los pollitos dónde en otras cajas distintas colocaban a las hembras mientras los machos seguían deslizándose por unas largas res baladillas de metal, Wiffi no pudo evitar seguir el camino de estás, pues sus patitas se resbalaban al querer agarrarse de las orillas, su aterrizaje no fue nada lindo cayó sobre uno su Filli, y de nuevo estaban en una caja está más grande y llena de pollitos que no conocían, como ya era costumbre la caja se levantó sobre los aires, pero está vez su destino no fue un cuarto obscuro y aterrador, su parada fue un lugar con mucha luz el patio del enorme criadero, donde el piso estaba lleno de muchos colores, y aire fresco, los pollitos fueron colocados en el suelo y comenzaron a correr pero oh sorpresa de nuevo estaban atrapados entre paredes, esta vez una cerca de la que no podían escapar, sin embargo era mucho mejor que estar dentro de esa caja pequeña con rayitas a los costados pensaba Wiffi, las garras estaban ahí otra vez, “ ¿acaso están en todos lados? “ se preguntaba Filli extrañado, comenzaron a separar los pollitos en grupos de tres, dónde los colores diferenciaban cada grupo verde, azul y rosa, llegaron dos hombres que comenzaron a rosear a todos los pollitos del color sobre el que estaban parados, eran bañados con litros y litros de aerosol, esto hasta qué aquellos hombres se asegurarán de que todos ya estaban pintaditos.

Nuevamente juntaron a los pollitos dentro de cajas de madera Wiffi y Filli volvieron a reunirse, -¡ERES ROSA! Exclamó Wiffien sorprendido mientras Filli le preguntaba -¿Quién eres? ¿Dónde estás?, Wiffi intentaba llamar su atención pero parecía que Filli solo lo ignoraba, -Wiffi ayúdame no veo nada ¿dónde estamos?

Wiffi como su buen amigo solo intentaba calmarlo, diciendo que el estaría todo el tiempo con el, metieron las cajas a camiones inmensos donde serían trasladados a la ciudad.

Llegó nuevamente la noche y los pollitos llevaban días sin comer y tomar agua, estaban bañaditos de aerosol y algunos habían perdido la vista por el aerosol, otros estaban agonizando, y varios de ellos no sobrevivirían de nuevo el frio antártico.

A la mañana siguiente el camión había llegado a su destino, habiendo llegado a la gran ciudad comenzaron a bajar las cajas de pollitos de los camiones, para llevarlos a una feria que se había organizado por San Patricio, los pollitos hicieron su entrega triunfal en un pequeño corralito dónde eran vendidos a los infantes a cambio de unas monedas.

Wiffi miro a Filli y saltando de felicidad le dijo -Lo logramos Filli, quien lo miro y le dijo -si… lo hemos logrado ve, corre en un rato te alcanzo. Filli camino a la orilla de el corral se acurrucó y dio su último vistazo de vida hacia el cielo pensando que volvería a ver a su madre algún día.

Wiffi corrió a su suerte, -Miren que lindo, todos decían, cuando de repente callo Wiffi para no volver a levantarse, el cansancio, el hambre, la intoxicación habían echo su trabajo

Riff, Filli y Wiffi volvieron a reunirse está vez en un campo muy hermoso dónde no habría más dolor.

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