Los pétalos dicen

Me prendo en fuego, en fuego candente que siempre crece, Me desvivo, desconectando pensamientos que se vuelven heces, Pero ocurre a veces, sueles soltar mi mano, sueles agarrarla cuando te sientes sola, huyes como peces asustados por un tiburón arrastrado por muchas olas. Los pétalos dicen, el pétalo dice Que daño sus raíces, que corto sus entrañas, que soy el provocante de su flor que marchita,

Pero solo dices, solo reclama. el tormento que me envuelve diariamente me está matando, dices que te estoy ‘dañando’, que soy el peor, que soy el mejor, que darías tu vida por mí, pero no estás conforme, no eres feliz. Dices que corto tus cicatrices, que las abro, pero lo único que hago es escribirte poesía. Aunque ni así suelo ser suficiente, muero en este juego del gato y el ratón, muero en este juego en dónde hay contracciones y mentiras, me culpas, me amas, me dueles, me culpas por el hecho de tu inestabilidad. Me caigo en este abismo abismal, en dónde mi esfuerzo está fatal, en dónde caigo y giro y me retuerso, en dónde mis lágrimas sueles ser sangrientas, ¿Quién soy realmente? Acaso soy ese angel que describias? ¿O realmente soy el demonio que pintas en mi rostro?, ¿que más dirás de mi? ¿Que más divulgaras de tí? Que preguntas más absurdas, que respuestas más inéditas y turbias. El frío me ahoga por lo que doy, sigo sin ser suficiente para la aguja que enhebra mi mente. Trato de que este tren avance, me cuesta, me cansa, me apaga, siento que el hielo en mis piernas avanza pero no recibo nada, solo quejas, solo problemas, solo tristezas ¿Estaré siendo comprendido? ¿Acaso mis esfuerzos están siendo entendidos? ¿Que más tengo que cambiar? Estas piernas duelen al caminar, es exhausto… Pero viajo hacía atrás, en reversa, en degradar, me rompe el corazón, me vuelve vacío, inútil, «soy la culpa de todo, el infame, el intenso, soy el inseguro incierto, el que clama claridad, el que llora en sanidad». 

Me desvivo queriendo agarrar

Aquello que no se deja tocar,

Me muero en actos de amor,

Me rindo en las cuerdas del temor.