La
esencia de los pájaros
que habitan el olvido.
Vuelan desde
la muerte
hacia bosques remotos y escondidos,
en busca de
una tumba,
de una incierta ceniza,
de la profunda máquina
del llanto.
Sobrevuelan las viejas catedrales,
donde
reposan restos
de miradas rotas,
de arcángeles
malditos,
de dioses enterrados en el polvo.
Yo los vi sobre oscuras
alamedas, soñando con la patria
de
los soldados muertos
-tan íntimos- a un paso de la paz.
¿No oyes su canto amargo
en este sueño herido
y
devastado?¿No oyes los chillidos
de los sueños marchitos
y
el dolor de las lágrimas gastadas;
la música del viento,
de
los pájaros ciegos y asesinos?
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