LOS AMIGOS INSEPARABLES

LOS AMIGOS INSEPARABLES

Mary

17/07/2020



                                                       LOS AMIGOS INSEPARABLES.



Había una vez una colonia y un talco que Vivían en una repisa del baño. La Señorita colonia se la pasaba discutiendo todo el tiempo con el Señor talco, a ver quién hacia más falta en el tocador, El Talco replicaba, exclamando y explicando…

¡A mí me utilizan primero! porque dejo la piel suave y fresquita, y la Colonia contestaba a mí me usan para perfumar porque aromatizo la piel del cuerpo todo el día.

Otra vez en ese dilema, los sorprendió una mañana otro ocupante en la repisa, de nombre “Desodorante” quien era amargado y siempre refunfuñaba repitiendo sin cesar: Ya me van a revolcar bajo los brazos y sin cariño, para luego dejarme abandonado hasta el otro día, murmuraba.

Así pasaban el tiempo los tres amigos conversando, algunas veces de mal humor y otras riéndose. Fue entonces como el Desodorante aprendió, ¿Qué es la convivencia?. También como ser mejores compañeros y amigos, siendo esta última la mejor elección tomada, porque los tres estaban seguros de su triste final, que no era otro, sino que se irían juntos al pote de la basura, sin derecho a patalear.

Bajo estas seguras consecuencias, una noche pensaron a voces altas y todos entristecidos exclamaron: ¡Ah Cuando ya no tengamos nada que ofrecer! porque nuestros envases ya estén vacíos con el transcurrir de los días, claro está, del uso diario viene el desgaste no deseado por el tiempo y por eso tres nuevos ocupantes alegres y rozagantes llenarán los espacios de Doña repisa, sustituyéndonos sin piedad, así comentaban estos compañeros y amigos.

No, la tristeza jamás podrá conmigo, dijo muy eufórica la Colonia, ustedes dos no pierdan la alegría y las esperanzas, porque nadie puede saber si viene alguien que nos guarde de recuerdo o para utilizarnos en otros momentos dándonos diferentes usos.

Entonces replicó el Desodorante con dos lágrimas que se le escurrían, tu puedes tener esperanzas porque usas un bello envase, también el talco no es muy bonito, pero puede ser muy útil para otro uso, pero yo, un simple Desodorante que pueden hacer conmigo. Soy pequeño con pocas probabilidades de reciclaje, casi inútil……

Por eso no te preocupes dijo la Colonia, conozco frascos más pequeñitos que tú y los utilizan para otras cosas.

Mientras conversaban, la Repisa les dice a los tres. Es que no han pensado en mí ni un momento, no se imaginan mi sufrimiento cada vez que se termina el contenido de un envase, escucho los lamentos sin poder hacer nada, porque tengo muchos, pero muchos años aquí, ya estoy vieja y desgastada, tal vez pasada de moda y creo que de un momento a otro también vendrá mi reemplazo y no lloro como ustedes, ¡que fastidio!…..

Por fin llegó el tan nombrado día, en que los envases ya vacíos iban para la basura, pero inesperadamente, entró al baño una niña y los salvó, tomándolos se los llevó a su habitación, cuando decidió verter en ellos unas sustancias con fragancias naturales, como la menta y la manzanilla, pero en el envase de Desodorante puso una crema de Rosas que olía muy suave e impregnaba la habitación agradablemente con la mezcla de ricos olores y les hizo un lugar en la peinadora y fue así que quedaron juntos nuevamente, quienes más nunca se separaron, aunque acordándose siempre de Doña Repisa como ellos la llamaban, y preguntándose quienes ocuparían los lugares donde ellos se hicieron amigos inseparables.

Moraleja: Nunca pierdas las esperanzas o la fe, por más difícil que se vea la situación.

Cuento dedicado a la memoria de mi hijo Hary David.

Por: Marisol Lampert (Mary)

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