Lo que no te diré..

Lo que no te diré..

Aurora Obscura

27/10/2025

Carta que nunca te envié

Cuando la noche llega, todo se vuelve más difícil. Mis pensamientos se desbordan: las dudas, los temores, los sueños… y la molestia inevitable de haberte conocido.

Sí, molestia. Porque eclipsaste cada momento que debí disfrutar; todo lo que hago termina llevándome a ti.

A cómo me mirabas, lo que decías, lo que hacías… y lo mucho que te quería.

Siempre creí ser una persona sensata, capaz de enfrentar la vida y superar cualquier obstáculo. Pero no me di cuenta de que te habías convertido en uno.

Eras todo lo que alguna vez esperé encontrar en alguien, y más.

Nos amoldamos, nos acomodamos, encajamos tan bien que olvidé cómo era vivir sin tu compañía.

Y por lo visto, tú también lo hiciste.

No te culpo.

Siempre sentí que era mi responsabilidad traernos de vuelta a la realidad, pero cuando estaba a tu lado todo se sentía tan irreal… tan perfecto, que la vida misma parecía una ilusión.

Te conocí por casualidad, hicimos amistad por intereses en común, comenzamos una relación por una conexión profunda.

Terminamos por la distancia, por la presión externa, por todo eso que no supimos manejar.

Y aun así, mantenemos una amistad que no sé si nació del cariño o de la costumbre… o tal vez de la ilusión.

Esa ilusión que sigue viva y que mantiene mis recuerdos tan frescos, como si no hubieran pasado tres años desde aquel último “te amo” que aún resuena dentro de mí.

A veces pienso que nunca fue suficiente toda la incomodidad de no saber qué decir, qué callar, qué sentir y qué esconder.

Era curioso lo nuestro: una conexión tan fuerte que rozaba lo imposible.

Despertar con un mensaje tuyo, coincidir en cada 11:11, soñarnos, presentir cuando el otro estaba mal.

Era casi tenebroso lo mucho que nos sentíamos sin decir una palabra.

Y sin embargo, aquí estamos.

Nuestra amistad sigue viva, pero fría.

Tan distante como si recién nos conociéramos, tan frecuente como si fuéramos indispensables el uno para el otro, y tan limitada para lo que alguna vez fuimos.

Frases como “te extraño”, “te quiero”, “hay que vernos”, “¿me mandas un audio?”, “¿una llamada?”, “te necesito”… se convirtieron en parte de la lista negra.

Palabras prohibidas.

No sé si para no ilusionarte… o para no volver a ilusionarme yo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS