Si es que me suicido no lloren por lo que pasó,

lloren porque simplemente no lo logré.

Como mis huesos en la tierra que se pudrirán,

como los años que permanezcan vivos se acabarán,

como las palabras que dije a lo lejos se fundirán,

en oídos que no fueron a escuchar,

en narices que jamás olerán,

el pudrir de mi cuerpo bajo este gras.

A quién le importa siquiera estar en mi lugar,

leyendo un poema que jamás estará,

en la memoria de un buen letrado,

esto se queda en un papel arrugado;

yo solo quiero llorar.

Porque esta vida sin enterarse de mi pequeña tristeza desparramada en una escritura de abril.

Escúchenme a mí.

No lloren si alguna vez me suicido,

lloren porque simplemente no lo logré.

Porque no logré instaurarme en tu recuerdo,

porque hoy sí pequé.

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