Llámalo como quieras

Se siente identificado con el mar, por sus rubios cabellos teñidos por el sol y la sal. Se siente cálido al tocar, pero frío al mirar. Sólo desea en las olas nadar, y poder perderse en aquellas olas azules que le hacen olvidar. Si lo ves, lo reconoces al caminar, es seguro de sí mismo y sólo se deja llevar. Me anuda la garganta con su sonrisa que no para de sonar.

Amo su manera de cantar, porque no tiene vergüenza de quién lo escuche disfrutar. En su tabla se encamina, hacía donde nadie lo pueda molestar. Se libera de todo lo que lo agobia, tan solo con poner los pies en el mar.

Me enamora pensar en este hombre semi rubio que encanta con su desconocido carácter. Tan roto que está, que cualquiera no lo puede juzgar. Su corazón roto está por un amor que no le supo dar la felicidad que solo un hombre como él puede generar.

Por muchas mujeres pudo pasar, pero nadie lo supo descifrar. Es por eso que al no conocer quién lo iba a llenar, decidió ser un hombre del mar. Alguien independiente, que solo podía llegar hasta donde sus pies lo hicieran caminar.

Quién caiga en su red de hablar y pensar, se sentirá tan llena como el mismo océano que el suele disfrutar. Por que un hombre como este, que no se sabe como tratar, solo se puede apreciar, desde la arena mirando hacía el mar.