Rentando en una habitación que parece horrible, pero no lo es, estoy volviendome loco. Sintiendo el alarido del anciano que renta al lado apagarse, escuchando al novio de una compañera de habitacion gemir más que ella y escuchando como el segundero del relog se tarda mas en cambiar dando las 22:00 horas al segundo 23. 

Me siento condenado, casi sin ganas de vivir, pero lo hago. Rento en el cuarto viejo de una ciudad que deja de ser pueblo poco a poco, pero miro las calles vacias, las miradas vacias y mi cartera llena de sueños que no he podido cumplir. 

Rentando en una habitaciòn donde los sueños se apagan, los dias se van y ni lo notas. Miro los mismos patrones de comportamiento siempre; las chicas de las habitaciones de al lado llegan por la tarde, algunas veces se van por la noche y regresan al medio dia. Ellas estudian el posgrado y pierden el tiempo aprendiendo, yo por el contrario deje de estudiar y decidi hacer mi vida menos prismatica y mas soñadora.  

Contrario a lo que sueño, me encuentro en esta habitación, pienso estoy en el lugar errado, donde la comodidad no la siento ni cerca y los motivos que alguna vez tuve, ya no están ahora. Llego por la tarde a la habitación, preparo mi cena y creeme que no es para nada agradable escuchar como jalan de la cadena del escusado mientras estas ocupado soñando. 

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