Y con los años al final aprendes
que después de un tren viene otro
que el futuro no existe
y no siempre hay un roto para un descosido.

Que desespera el impaciente y no el que espera
que la vida puede ser fácil
y las penas no siempre se pasan con pan.

Que hay soledades peores que las acompañadas
que el miedo también es racional
y los amigos no se cuentan con los dedos de una mano.

Y con los años al final aprendes
que las arrugas no te hacen más sabia
que la memoria selecciona mal
y a la vida mejor hacerle guiños y entonces te sonreirá.

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