– Señora, siente las piernas?!Cualés?
– Las de su hija.
– Precisamente esas no.
– Y cualés sí? Podría describirnos lo que siente?
– Dudo. Creo que son las de alguien más, encima mío.
– Y cómo son?
– Pulposas y firmes.
– Esas son las mías señora.
– Ah. Ud es ciclista?
– Compito natación.
– Y le va bien?
– Relativamente bien. He ganado 2 medallas, una lámpara de sal en un sorteo del club y media docena de empanadas de Mariel, mi profesora de equitación.
– Felicidades!
– A ud. Ha salido muy mal parada, pero está viva.
– Gracias. Y las piernas de mi hija están bien?
– Se las llevaron para examinarlas.
– Y mi hija?
– Bien. Bailando bajo la lluvia.
– La ve feliz?
– Eventualmente.
– Está sola?
– Hablando por teléfono.
– Y la ve feliz?
– Llora. Parece…
– Perturbada?
– No, emocionada.
– Ah, sí. A ella la lluvia la inspira. Es actriz.
– Desea llamar a alguien?
– A mi marido.
– Lo ama?
– Si lo amara no hubiera salido detrás del cajero automático.
– Claro.
– No, Personal.
– Ah, seré imprudente, y cuánto paga?
– Abono fijo de $10.000.
– Apaaaa!
– Opaaa!
– Eeeepa!!
– Upa!!
– La incomodo?
– No no. Quédese a upa.
– Y el abono, lo paga sola?
– Sí. Un día me dije, esto me saldrá un ojo y las dos piernas.
– Su cara está perfecta. Ni un rasguño.
– Dios la salve y me guarde.
– Debemos quitar el semáforo.
– No!
– Hay que arreglarlo.
– Sí. Pero no. Lo quiero.
– Pero es de la ciudad señora.
– Y mis piernas? Eran mías y vaya ahora a saber dónde estarán? Con quién? Las estarán usando bien? Les pondrán tacos? No les gusta el frío a ellas. Son piernas bailarinas. Con pies nacidos para zapatear.
Sabes de qué te hablo no?
Vos crees en el destino del envase? Porque al fin y al cabo somos envase.
La izquierda tiene un tatuaje del cisne negro. Y sí, soy de otra época muchacho. Pero he podido fusionar y entrelazar mis danzas. Por eso ayer, en la pierna derecha me tatue el feat de la caminata lunar de Michael Jackson junto a la ardiente Nati Peluso…, está cicatrizando aún, espero le pongan crema y lo humecten bien. En qué otro momento y lugar se juntarían esos personajes.
Igual, toda yo soy bailarina. Deberías verme en el escenario de la cocina, amasando ravioles y batiendo 12 huevos para un flan casero. Un poco mucho no? Me crié en el campo, son huevos de gallinas felices como quién dice. En fin, mis manos bailan con el arte culinario. Un poco de fingertuti también sé.
Mirá – hace demostración de fingertuti.
Deberías ver tus ojos cómo bailan al escucharme. Interpretan la séptima de Beethoven.
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