Las mascotas de Lain

Las mascotas de Lain

Jonathan Sanchez

01/09/2021

Tan maravillosos eran los días para Lain, que no los desaprovechaba ni por un segundo. Una bella niña risueña que contagiaba sus risas a cualquiera que pasara por su lado, incluso era tan jovial su presencia que muchos la adoraban. Lain solía jugar en el patio trasero de su hogar, junto a Lali y a Bobi, sus dos grandes caninos preferidos. Bobi es un perro al que muchos lo estigmatizan como salvaje, sin embargo, la niña era capaz de domarlo sin ningún problema. Lali, es una hembra que está llena de amor, sentimiento que fue cultivada por la bella Lain. El padre siempre observaba a su hija juguetear con sus mascotas, acción que al día de hoy es una costumbre. La inocencia y felicidad que esta niña irradiaba, era adorada por él, tanto es así, que el mismo no perdía ni un segundo el sentarse fuera y grabarla para al menos tener un recuerdo de ella.

Cuando la niña tenía que asistir a sus clases, sus mascotas eran las primeras en salir. De esta forma, tanto Lain como Bobi y Lali, caminaban por el extenso sendero hacia la escuela en la que estudiaba. Los vecinos siempre observaban como estas bestias eran tan mansas con la niña, que hasta la admiraban. En cuanto Lain salía del instituto, sus compañeros caninos estaban presentes en la puerta, esperando para que los tres regresaran a su hogar a salvo.

Un día en particular, la madre y el padre estaban discutiendo sobre un asunto totalmente delicado. Eran tan fuertes los gritos que la niña creyó que había hecho algo malo, algo tan grave que temía ser castigada. Esto la motivó a salir de su casa sin previo aviso, con la intención de escapar de su «castigo». Bobi y Lali, no paraban de ladrar desde el patio, tal parecía que estos intuían el gran escape de Lain. Entre gritos y ladridos, el padre decidió salir para ver con sus propios ojos lo que sucedía en el patio. Era muy extraño que los caninos ladraran y saltaran al mismo tiempo, claramente querían soltarse para defender o atacar, o más bien eso es lo que él creía. Sin embargo, al calmarlos y soltarlos para intentar descifrar la razón de su exasperación, se encontró con que los caninos corrían tras Lain. Resulta que la madre, al mismo tiempo que el padre, se fue a buscar a su hija para abrazarla, ya que algo en su corazón la entristecía. Pero al final, no la encontró por ningún lado. Corrió tras el hombre y se lo notificó de una manera tan triste, que soy incapaz de describir.

Lain, la niña risueña, la jovencita que impartía alegría, yacía descansando sobre un gran campo de margaritas. Muchos sabían que ella tenía un amor tan grande hacia los animales, que siempre que tenía la oportunidad de conocer a otro ser vivo, lo aprovechaba. Y aquel día en el que fue encontrada, no fue ninguna excepción, ya que estaba rodeada de dos crias de gatitos. Los cuales fueron adoptados por la familia, con la idea de que Lain, regresara a su hogar sin temor. Bobi y Lali saltaban de alegría una vez que encontraron a su dueña, ya que de no ser así, vivirían sumidos en la tristeza hasta el último día de su respiro.

Luego de años, los caninos de Lain, envejecieron y fallecieron. Provocando de esta manera el hueco en el corazón del padre, ya que no tenía más, el bello recuerdo de su niña jugando en su patio. Sin embargo, los gatitos que fueron adoptados, han sido llamados Duky y Daiky. La madre de Lain no podía vivir sin ellos, ya que esto le traía los recuerdos de cuando la niña jugaba con ella en el comedor. Resulta que los padres de Lain, se habían separado, y cada uno había obtenido la potestad de las mascotas de Lain. Eran lo único que tenían, solo un mero sentimiento arraigado por la niña en sus propias mascotas.

Aquel día, en el que los padres habían discutido por primera vez en su relación, no se trataba de algo simple u ordinario, más bien, la vida de Lain era la cuestión.

Los días como hoy, el padre de la niña tiene la costumbre de sentarse en su patio, y reproducir los videos en los que su hija solía jugar con sus mascotas. Tanto es su costumbre, que hay ocasiones en las que imagina que su niña aún está jugando. A diferencia de la madre, quien llora tras un espejo, no olvidará jamás la escena en la que su niña fue encontrada junto a las margaritas. Mientras tanto, los vecinos, no han parado de adoptar mascotas, en honor a la gran bondad de la niña risueña. Por que así es, las mascotas de Lain, son un gran ejemplo a seguir.

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Esta historia fue inspirada en un personaje de Instagram, podrán conocerla si buscan su perfil como @acuaryoh

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