Las cartas a Hipolito

Mírala…pobrecita, tan tierna y tan bella, parece loca, bueno, muchos creen que esta loca, también yo, pero me reservo ese comentario para no sonar injusta e irresponsable. ves sus dedos, están gastados de tanto escribir, mírala…pobrecita, siempre se sienta en esa banca como para aislarse de los demás, pero todos podemos verla tan solo con asomarnos a la ventana. Pobre…ese lugar esta oscurito verdad?, ahí da muy poco sol, por eso no podemos ver muy bien lo que hace; sabes, la comunidad esta pensando en cortar las plantas para que haya mas claridad en ese sitio y así ella ni se sienta sola. Conoces a sus mama; Emilda, la que vive al lado de Julito Vega, el señor que se la pasa borracho y la única compañía y riqueza que tiene son perros desnutridos y sarnosos que causan lastima, por la calle principal para mejor referencia, todavía no sabes quien es?, Emilda del socorro Contreras Zabaleta, esposa del difunto Jesus maria Julio…bueno, tu nunca has visto a una mujer alta y que siempre viste de negro; ella es delgada y tiene como sesenta y ocho o setenta años, aunque ella lo niegue y afirme que tiene cincuenta y seis, pero yo se que eso es mentira porque hace año la escucho decir lo mismo.

Ella vive preocupada por su hija y no encuentra que hacer para sacarla de esa soledad y oscuridad en que hace tiempo vive…es un sufrimiento y una carga muy fuerte para ella porque ademas de su hija no tiene a mas nadie que le ayude en este pueblo, pero se lo merece, pues ella fue muy mala con sus semejantes y por eso la vida la estaba castigando ahora. Que pensaba la traicionera esa, que el pasado solo seria pasado y que la vida no le iba a cobrar todas sus fechorías y sinverguenzuras que hizo…me desgarra el alma verla así. Pero ven, acompáñame para escribirle una carta a Hipolito, porque yo también lo pienso hacer, tu no sabes quien es Hipolito?,pues te lo voy a decir.

Hipolito es el nieto de Alfonso Castro Parra, quien murió ahogado precisamente por intentar salvarlo a el cuando en una de sus necedades cayo al río, no me creas lo que te digo porque yo ni lo vi, ni en esos momentos estaba nacida, pero me contaron, por eso me atrevo a asegurarlo. Pues si, entonces se quedo el totalmente huérfano y al garete en la vida. Maria Canelo se condolió de el y se fuera a vivir en su casa y así le hiciera compañía, tiempo después trabajo como ayudante de don Gonzalo Lopez quien le enseñaría varias cosas que mas adelante le permitieron trabajar en el taller de Alfonso Guerrero y por medio del cual conocería a Ignacio Padilla julio, su mejor amigo, que era el sobrino de Jesus Maria Julio y por el cual llegaría aquí, a San Juan de Asís.

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